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Este año nos vamos a divertir en el BAFICI, nada de prólogo ni de chacaharas, sino que estaremos trasmitiendo puros sentimientos y sensaciones del Festival. Adelantandonos porque hicimos trampa y espiamos un poco y porque ya la vimos, arengamos para que se den hoy una vuelta por el Gaumont y vean Happy End la última película de Michael Haneke.
La sonrisa de Haneke
Bienvenido sea el señor Haneke con sentido del humor. Sí aunque parezca una rareza, verlo sonreír, y usar ese humor idílicamente salvaje y con doble filo, el “lord” de los planos generales se pone jocoso y experimenta texturas y lenguajes cinematográficos, el uso del celular como herramienta de expresión ideológica es el puntapié para iniciar esta historia familiar que tiene como primera narradora a Eve Laurent, la más pequeña de la dinastía. Para los que nunca experimentaron a este cineasta alemán, empezar por su última película es de una envidia única. Haneke tiene una manera de filmar tan personal que podríamos adivinarlo con un solo plano, encima a Happy End le mete la ironía ofreciendonos una obra que no da respiro.
Los Laurent son una familia francesa millonaria – son los dueños del petróleo- el padre es George Laurent – Jean Luis Trimgtingnant lo mejor de Happing End- los hijos Anne (amamos a Isabelle Huppert) y Thomas (Mathieu Kassovitz) siguen el negocio familiar. La disfuncionalidad de una familia ricachona, europea, fría como un témpano es retratada de una forma pérfida que inevitablemente cae en la gracia. “Conseguime un arma para volarme la cabeza”, le dice el viejo padre de familia a su peluquero, casando de estar postrado en una silla de ruedas y lo que podría ser un drama, Haneke lo transforma en risa: lo pantagruélico deviene en esa sonrisa sostenida de transformar los trágico en comedia.
Happy End es impecable: las frases cortas, los silencios sagrados y la impecable cámara de un director que sabe lo que hace y siempre lo supo (aunque Amour nos pareció un bodrio) y la decisión coronable de usar esos planos generales, sin audio, para que juguemos a descifrar el devenir de la historia con sólo ver los movimientos y las intenciones de los protagonistas. Si hablamos de «Experiencias Haneke» yo debuté con él en un BAFICI. Ví las dos Funny Games (la del 97 y su remake la del 2007) en dos ediciones diferentes, empezar con la filmografía de Haneke con esta película retorcida y violenta fue un bautismo raro.
La película trata sobre dos adolescentes que alteran la armonía de una familia americana, los secuestran y les hacen de todo. Estos pibitos son dos sádicos. Funny Game fue tal vez la gran influencia de películas de terror psicológico como Los Extraños o 12 horas antes de sobrevivir. Después vino Caché escondido, una gran película en donde Haneke maneja el suspenso con mucha calma, generando una intriga que pone nervioso e íncómodo al espectador. Happy End me evocó mucho, especialmente en la estructura estilística, a Caché
Happy End, ya desde su principio oneroso, nos permite entrar en un mundo y espiar por la ventana a los Laurent, sus dramas y sus amores prohibidos. Con una secuencia final maravillosa, la nueva de Haneke es mi primera recomendada del BAFICI. Valoración: Muy Buena
Happy End se proyectará Jue 12 14:30hs Cine Gaumont INCAA, Vier 13 Abr 16:30hs Cine Gaumont INCAA y Jue 19 de Abril 22:40hs.