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Nunca se preguntaron cómo es que Christopher Nolan , un director que comenzó haciendo películas independientes, y que solo tiene diez títulos en su filmografía, pudo resucitar a un personaje como Batman?, que descendió a los lugares más lúgubres de Gótica, gracias a la visión desconcertante que le dio Joel Schumacher en sus adaptaciones, y a los vicios de la productora Warner Bros que no supo lidiar con los proyectos.
Christopher y Jonathan Nolan, fans confesos del héroe, se propusieron contar la historia del personaje desde cero, y con una regla de oro: hacerlo de la manera más real posible y en todos sus aspectos. Los hermanos Nolan comprendieron el concepto de uno de los personajes más famosos de DC Cómics. Batman es un hombre conflictuado, de carne y hueso, que no posee súper poderes. Posee una gran fortuna, un intelecto, empleados y amigos fieles y una tragedia que lo atormenta, pero gracias a ella supo prevalecer.
En Batman Begins, el director decide mostrar las facetas por las que tiene que pasar Bruce Wayne para convertirse en Batman, pero sin dejar de mostrar que tan imperfecto, emocional e inteligente es. El futuro héroe pasa de querer vengar a sus padres, a buscar un propósito para su vida, y de allí, poner en práctica tanto lo que su familia le inculcó de chico, como lo que aprendió junto a la Liga de las Sombras y su maestro, Ra’s al Ghul. Esto convierte a Bruce Wayne en un simple mortal que madura y aprende según los golpes de la vida.
Dicho esto, es más fácil identificarse con el personaje, pero en camino hacia el gran salto de convertirse en Batman, Nolan se mantiene fiel a la idea de “mantener todo real”. Obviamente que la capacidad cinematográfica que tiene Nolan para contar y filmar en parte tiene que ver con el éxito de su adaptación de Batman, pero la historia de este héroe y su reconstrucción, predisponen elementos fundamentales que la hacen más humana y menos fantasiosa que lo que ya conocíamos. Y aún así, las películas de Nolan representan el mejor perfil y la esencia del Batman que yace en el cómic, y que sus fanáticos tanto adoran.
A esta altura y con los papeles que Bale ha interpretado después de Batman Begins, me arriesgaría a decir que Nolan eligió a este actor por su docilidad a la hora de encarnar un personaje. Christian hubiese sido la persona menos imaginada por nosotros para ser Batman/Bruce Wayne, pero su compenetración con los roles perturbantes que tuvo que interpretar en El Maquinista y sobre todo en Psicópata Americano, en donde también tiene que interpretar a un millonario con una doble vida, demuestra la gran intensidad que le dedica a sus personajes.
Resulta algo difícil y estridente tratar de comparar a Christian Bale con los anteriores actores que interpretaron a Batman, porque ninguno fue tan complejo como el de su interpretación. Bale como Bruce tiene capas. Frente a la prensa, sus empleados y a la sociedad de ciudad Gótica, Bruce es un descarado y engreído millonario que aparenta saber poco sobre los problemas de su ciudad. Pero Bruce con sus personas más allegadas, es el calco de su padre, que piensa y vive con el propósito de hacer un bien a su ciudad. Como Batman también tiene capas, pero son impuestas desde el cómic y la historia, y no desde la interpretación. La más distintiva es Batman frente a Gordon, a quien le demuestra parte de su lado más humano.
Batman nace desde la conciencia de Bruce. Desde el descubrimiento de su propósito de vida. Las películas de Nolan nos ayudan a entender que es lo que motiva a Bruce, y qué fue lo que permitió que se convirtiera en héroe, aportándole más realismo a la historia.
Bruce se convierte en “The Batman” para que sus enemigos sientan el miedo que él siente por los murciélagos. Pero en realidad el miedo en las calles de Gótica también se impone por no saber qué o quién es exactamente Batman. Se asume que quien está detrás de la máscara debe ser un trastornado para enfrentar a la mafia y a los enemigos de la ciudad. El qué, el quién, el cómo y por qué son los grandes interrogantes ausentes que rodean al personaje de Batman.
Su búsqueda de ser una figura incorruptible es lo que también lo transforma en algo mitad murciélago, mitad humano. Cómo individuos y cómo sociedad siempre nos hemos movilizado por símbolos, y Batman se transforma en el símbolo de la esperanza y justicia para su ciudad, así como luego sucede con Harvey Dent. La figura de justiciero y la amenaza que representa es simbolizado mediante el traje de nuestro héroe.
La concepción del traje en la historia de Nolan va más allá de cubrir la cara de Bruce. El batitraje es el uniforme que usa para salir a merodear y controlar Gótica y como tal debe estar equipado. Bajo este concepto propio del cómic, Nolan lo une a su concepto de “realismo”, lo que nos lleva al próximo elemento clave.
La creación del departamento de ciencias aplicadas en la historia de Nolan hizo que todo lo que Batman utiliza fuera definitivamente más realista. Proyectos científicos que tiene una razón de ser y que por derecho le pertenecen a la familia Wayne, son la excusa perfecta para armarse constantemente con juguetes nuevos que ayudan a Batman a combatir el crimen.
Nolan es tan enemigo del 3D como del CGI (Computer Generated Imagery), por lo que exigió que se encontrara una solución práctica para la capa de Batman. Como resultado la capa es lo que se ve en pantalla. Una tela que se utiliza en los paracaídas, pero con la diferencia que es lo suficientemente fina y reforzada como para que tome forma en pleno vuelo.
Los proyectos militares que la empresa Wayne había fabricado pudieron justificar el cambio drástico en el automóvil de Batman, que dejó de llamarse batimovil, para llamarse Tumbler. El cambio se debió a cuestiones de funcionalidad, ya que los automóviles utilizados en las anteriores adaptaciones no resultaban para nada prácticos a la hora de filmar escenas de acción. La concepción del Tumbler nace de la idea de un transporte urbano que sirva para destruir cosas pero que a la vez pueda saltar de techo en techo. Como resultado, el Tumbler se asemeja más a un tanque de guerra que a los autos que usaba Batman, pero su utilidad es sumamente funcional como creíble.
Paradójicamente, Michael Caine (Alfred), Morgan Freeman (Lucius Fox) y Gary Oldman (Comisionado Gordon) son tres actores que han sabido manejar su carrera sabiamente y el respeto que se les tiene en la industria es supremo.
Estos tres personajes no tendrían tanto peso si fueran interpretados por otros actores. Christopher Nolan crea una historia en donde estos personajes son tan importantes como Batman, y en ellos se apoya para ser el héroe que es. Alfred es el mayor pilar de moral que tiene Bruce desde que quedó huérfano, y sin él nunca podría haberse convertido en el cabellero de la noche, ni sobrevivir con el peso que conlleva ser Batman.
La relación entre el comisionado Gordon y Batman es clave para la restauración de Gótica. Gordon es el único policía incorruptible que queda en la ciudad y Batman necesita y tiene que contar con ello. Lucius Fox no hace preguntas de más, y consiente a Bruce hasta donde sabe que es correcto. Estos tres personajes juntos representan la figura paterna ausente que Bruce necesita cada vez que se está por descarrilar del camino que Thomas Wayne quería para su hijo.
Al final de The Dark Knight, Nolan nos plantea desde una pose psicológica si Batman es el héroe que es, porque cree que solo él puede salvar Ciudad Gótica. A decir verdad, la historia está formulada de tal forma que Batman es el único que puede salvar a la ciudad; por las oportunidades que le permite su fortuna, por sus habilidades, por su inteligencia, por su lealtad y la lealtad de quienes lo rodean, por su formación moral y por su espíritu, que le permitirá levantarse una y otra vez, sin importar cuantas veces lo quieran quebrar.