Cine

Crítica a Slenderman

Por Santiago González

Para entender porque fracasa este nuevo acercamiento al popular personaje surgido de internet hay que ver cómo decidió encararlo su guionista David Birke. Birke decidió ir para adelante y convertir a Slenderman es un intento de ícono del cine de terror para las nuevas generaciones. A base de esta  idea, construyó un historia simplona de adolescentes (entre ellos Joey King, la nena de El conjuro y 7 siete deseos que es la que se nota más cómoda en este tipo de producciones) que no escapa de los típicos clichés del sub-genero slasher.

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Así es, este nuevo Slenderman quiere ser el Freddy Krueger pero no tiene el carisma, ni el peso del villano creado por Wes Craven. Podría  asemejarse a un Michael Myers por su silencio y su falta de rostro pero a diferencia de Myers, este es un personaje bulímico que desde su creación y posterior vitalización nunca dio miedo y tampoco es entendible el porqué de su fama.

Tampoco ayuda que su director sea el ignoto Sylvain White, quien tiene más carrera filmando episodios de series que otra cosa. Que White no sea capaz de mantener una coherencia en su historia, de lograr que los actores estén bien iluminados, de que la cámara no tambalee por momentos, demuestra su incapacidad como realizador. De hecho, es increíble la cantidad de recursos que usa para tratar de asustar sin poder lograrlo. Acá hay un director que no confía en su material y se dedicada a dirigir (mal) la acción.

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Y la lista de errores sigue. Esta peor montada que Suicide Squad (2016), escenas sin continuidad se apilan una detrás de otra, personajes aparecen y desaparecen, otros que podrían tener una función son desechados y hasta sub-tramas quedan colgadas no por decisión de White, sino porque se nota que hubo mano detrás de los productores que querían que esta “peliculita” no duraba más de noventa minutos.

A eso se le suma que tiene una de las peores fotografías que se vio en años en el cine y es llamativo teniendo en cuenta que esta iba a ser la película definitiva de Slenderman y que la productora Sonny iba a estar en la producción. Pero hay momentos que los rostros de los protagonistas no están iluminados, que la cámara tambalee o que directamente no se entiende que les está pasando a estos personajes.

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Si, en este rejunte de cosas hay algunas ideas que podrían haber funcionado (lo de las vendas y lo de la cámara) pero sólo si había gente más capacitada detrás, como un James Wan o cualquiera que le tuviera respeto al género de terror. Todos los involucrados en esta Slenderman poco les importó su trabajo y eso es imperdonable.

Para ver un acercamiento correcto a este personaje salido de una creepypasta, vean el documental Beware the Slenderman (2016) en donde sus directores trabajan en base de un caso real donde dos menores de edad atacaron a una compañera para lograr un favor de éste. No es una maravilla pero es el acercamiento correcto a una leyenda urbana y lo que genera. Valoración: Regular

Santiago González

Estudiante de Artes Combinadas de la UBA y Crítica en el UNA. Le gusta escribir y ver películas la mayor parte del tiempo. Es fanático del cine de terror.