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Estamos en el Festival Internacional de Mar del Plata y uno de nuestros críticos prepara los motores para lo que será un caos (hermoso) festivalero. Pasen, lean y sigannos que no los vamos a defraudar.
Crónica de una llegada anunciada
Gracias a la nueva autopista en trinchera que atraviesa el bajo de la Capital Federal, el viaje en micro hasta Mar del Plata duró cuatro horas y cincuenta y cinco minutos. Parecido a aquella vieja propaganda del ferrocarril que cayó en desuso por el deterioro de las vías: cuatro horas y un ratito. El tenue sol del mediodía se diluyó, la ciudad se tornó gris y ventosa.
El festival comienza a tomar ritmo en sus sedes, no así en las marquesinas de los negocios. El cine Ambassador, epicentro de las funciones con sus cuatro salas, ya está engalanado a la espera de los espectadores. El centro de prensa en el Hotel Dorá comenzó a entregar credenciales a acreditados especiales e invitados. Por otro lado, se abrió un stand para atención al público y venta de libros donde se entregan las grillas de programación en la Plazoleta de las Provincias.
En tanto que en el Auditorium, sede de la inauguración, se están ultimando los detalles con la colocación de la alfombra roja y pancartas publicitarias. La prensa local le dedicó una nota de tapa en la que destaca las actividades especiales, alguna de las cuales tendrán lugar en el Museo del Mar. Sin embargo, la noticia más importante para los marplatenses y que les produce un gran dolor de cabeza, es el aumento del 300% de los impuestos municipales. Semejante conmoción relegó el festival a un segundo plano. Veremos cómo se resuelve este mal trago para la población local.
Ya tengo preparada mi grilla para los próximos diez días, un encuentro muy variado en el que se conjugan clásicos con nuevos lenguajes cinematográficos. Trataré de mantenerlos informados de un evento que atrae todos los años a cinéfilos y al público en general. Luego de una larga jornada de viajes y recorridas por la ciudad, me tienta para esta noche dos porciones de muzzarella y una gaseosa por $120. Nada mal para los tiempos que corren. Nos vemos mañana.
Todas las programación del festival puedes verla aquí