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Actualmente, asistimos a una especie de revalorización (por no decir explotación constante) de la adaptación de diversos géneros literarios a la pantalla grande y a la televisión. Desde los inicios de la industria cinematográfica la relación entre la palabra escrita y el relato audiovisual se ha ido tornando cada vez más estrecha, comenzando con las históricas películas basadas en cuentos clásicos y llegando hasta las más recientes sagas de fantasía épica.
La televisión encontró un espacio en aquellas historias que el cine no podía permitirse contar, ya sea por extensión o por la naturaleza de la narración. En este contexto, se suman dos nuevas series a la lista: una obra de Stephen King, Under the Dome, que se publicó en 2009 y que ha despertado la ambición de las cadenas estadounidenses más importantes; y de The Casual Vacancy, la novela de J.K. Rowling que vio la luz en septiembre de este año.
En el primer caso, la encargada de llevar el nombre de uno de los escritores más famosos del mundo a la pantalla chica, será la cadena estadounidense CBS. Durante un largo tiempo, el proyecto para adaptar Under the Dome dio vueltas entre los ejecutivos de Showtime, pero
finalmente quedó en manos de la llamada Eye Network (no obstante, ambas son parte del mismo grupo empresarial).
Aunque sus novelas han sido contadas en el cine cientos de veces, la ficción de Stephen Kingrepresenta todo un desafío, no solo por el nombre que ostenta su portada, sino porque se trata de un relato de más de mil páginas, complejo y sofisticado como solo su autor podía concebirlo. Ahonda en el comportamiento y en las relaciones de los habitantes de Chester’s Mill, en el estado de Maine, luego de que una infranqueable cúpula transparente apareciera misteriosamente cubriendo la ciudad, bloqueando comunicaciones, entradas, salidas y causando diversas reacciones en los vecinos.
Este magnífico relato que se comenzó a escribir en los años setenta, se presentará en la cadena estadounidense a mediados de 2013. Los productores han ordenado el rodaje de trece episodios sin un capítulo de prueba o piloto (lo que normalmente se realiza a modo de ensayo, para medir el posible impacto del producto). El broche de oro será la presencia de Steven Spielberg como productor ejecutivo del ambicioso proyecto. Vale recordar que el prestigioso director compró los derechos del libro antes de su publicación para adaptar la historia a un guion.
Por otro lado, The Casual Vacancy, la nueva novela de la autora de la saga Harry Potter, aparecerá en la pantalla de la BBC en forma de miniserie, bajo la supervisión de la propia J.K. Rowling. «Siempre sentí que, si llegara a producirse, la adaptación de esta novela funcionaría mejor en televisión», declaró la británica. Su nueva obra se adentra en el pequeño poblado de Pagford y muestra con profundidad las relaciones conflictivas entre sus habitantes, haciendo uso de una suerte de humor negro como recurso que diferencia esta redacción de su obra anterior.
Esta apuesta resulta osada en otro sentido: más allá de que se trata de una de las referentes de una generación por sus historias sobre el pequeño mago, esta nueva novela (enfocada a un público adulto) ha recibido diversas críticas negativas que, entre otras cosas, la tildan de aburrida.
Es cierto que se trata de la segunda producción de una autora que, aunque es dueña de un gran talento, está comenzando a abrirse camino en el campo de la literatura y en este caso, además, experimenta con un género un tanto diferente a lo que nos tenía acostumbrados. Habrá que esperar hasta 2014 para ver de qué manera cobra vida esta historia.
Una vez más, la literatura gana un lugar en la pantalla y suma dos grandes nombres a la marcada tendencia de la adaptación de novelas, sagas o comics a guiones televisivos, un recurso que está dando sus frutos para las distintas cadenas y que resulta una mina de oro cuando los productores o los directores necesitan ideas nuevas. Dos géneros distintos, dos autores de diferente naturaleza y dos nombres conocidos en todo el mundo aguardan el paso del papel a la televisión. ¿Será el puntapié inicial para asegurar el éxito?