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La perinola. “Lo que te toca, te toca” este es nuestro lema para este BAFICI, o sea no definir demasiado lo que se va a ver, sino dejarnos llevar por el ritmo y el clamor de nuestros instintos. En nuestro primer día hicimos la tarea a la perfección: Llegamos temprano, la fiesta de inauguración del día de ayer, al que por supuesto no fuimos invitados (tenemos la acreditación «very foolish naranja») dejó seguro varios rezagados, así que éramos pocos lo que estábamos firmes con nuestra cinefilia hirviendo en nuestras venas para ver una de Competencia argentina. Antes pasamos por la hiperbólica propuesta de ambientación – así todo de corrido y sin coma- que se mandaron los maestros modernosos, baficeros, inspirados quizás en La Bauhauss. Una especie de ranchitos a la interperie sin puertas, SIN PUERTAS nos esperaba. Nos pareció demasiado, digámoslo, para un Festival de cine, casi nos sentimos en un corralitos observados por los transeúntes de Plaza Francia, ¿moderno o rupestre? no nos quedó claro. Pero poco estuvimos en el meeting point, huimos de las oficinas popperas del BAFCI, y nos internamos en el cine a ver películas porque para eso esta este increíble festival.
Voy a soñar con Marita. Había algo que no me cerraba de Buscando a Myu y ahora me quedo claro, la nueva película de Balthazar Tokman (Casa Coraggio, Planetario) relata la existencia de amigos imaginarios en la infancia, un tema universal que siempre genera debate, e incluso nostalgia, es mostrado con un impulso de fórceps. Tokman utiliza registro de su hija Olivia, quien tiene una amiguita irreal llamada Marita. Olivia es la verdadera Olivia, pero ahí viene la primer contrera de este documental: en el rol de papá de Olivia o sea él, pone un “otro yo” actuado por un tal Garret, quien oficia de narrador omnisciente, es el que dirige la batuta de la historia y el que cuenta el cuento.
La relación con la niña se ve bastante orquestada y la recurrente pregunta a la infanta sobre Marita, termina por agotar y aturdir bastante al espectador, sin embargo, Tokman propone atravesar la existencia del amigo imaginario por diferentes visiones, desde la esotérica, que intenta meter algún que otro susto, hasta lo racional. Se nota que el recorrido fue exhaustivo y que se investigó fuerte para abordar el tema, pero demasiado dato, demasiados testimonios, terminan de borrar los buenos momentos de Buscando a Myu, que son los de los registro de Super 8 y los recuerdos de la infancia. La descripción orgánica, de manual, construyen un collage de ideas, que pareciera convertirse en una poesía recitada, a veces desmembrada, a veces graciosa y por momentos molesta. Marita, MARITA, MARITAAAAA y el grito incansable por contar una y mil veces la misma historia. Buscando a Myu se proyectará JU 12, 22:50 V. Recoleta, VI 13, 14:15HS V Recoleta, LU 16, 20:40 V Caballito.
Pueblo, Chico: No era la película que pensaba ver, pero para que mi fixture no se alterara demasiado tuve que dejar la Competencia Internacional y experimentar por primera vez en Vanguardia y Género, sabia decisión la mía, impulsada sólo por el rigor del tiempo y de las corridas. Gutland de Govinda Van Maele trata de un extraño, Alemán que aparece buscando trabajo en un pueblo de Luxemburgo. Jens -Frederick Lau actorazo de la conocidísima Victoria , sí la del plano secuencia- llega a este pueblo chico y se gana la confianza de todos. La simplicidad de las relaciones modernas, y el cero histeriqueo con la chica linda del pueblo, le da agilidad a un relato en donde las pistas del thriller, comienzan a fluir y a crear un clima de rareza que gusta.
Ella es Lucy, Vicky Krips (El hilo fantasma), una femme fatal salvaje y espontánea, es ella quien busca hasta llevarlo a la cama a Jens y eso se celebra, porque las mujeres del pueblo están sedientas de deseo y necesitadas de amor, asi lo subraya el director. El visitante altera la paz armoniosa. Jens, ese tipo duro, comienza a ser domesticado y hechizado por esta ninfa. Vicky Krips es maravillosa, además de ser hermosísima, tiene una gracia que emboba cualquier platea. El director se detiene y haces pausas eternas sin importar el orden de la historia, y convierte en bello un pastizal, un camino o una casa abandonada. Hay que dejarse llevar por Gutland una película que muestra las pasiones de un pueblo que necesita amar. Gutland se proyectará el JU12 20:45 Gaumont, VI 13 15:30 V Recoleta, LU 16 14:30 A Belgrano.
Y con esto me despido, y me voy corriendo rápido y sigilosa a reencontrarme con el cine de Lynch y El camino de los sueños. Hasta Domani