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En la sede de la Alianza Francesa de Buenos Aires se realizó la presentación del 7 FIDBA que tendrá lugar entre el 2 y 11 de septiembre en la Capital Federal y el conurbano. Las sedes serán entre otras, el Cine Gaumont, el Cine Cosmos UBA, La sala “Caras y Caretas”, el Arte Multiplex Belgrano, el cine York de Olivos y el Cine Helios Palomar. La muestra se agranda, se duplican las obras exhibidas el año pasado siendo 100 la oferta disponible entre cortos y largos. Nueve competencias oficiales la conforman entre las que se destacan la Internacional, la Latinoamericana, la Argentina, Nuevas Narrativas, Derechos Humanos y por primera vez la de Cine LGBTTIQ.
En la conferencia de prensa el presidente del festival se mostró satisfecho por la expansión que ha tomado la presente edición, teniendo en cuenta el esfuerzo que debieron realizar los encargados de las distintas secciones debido a la situación coyuntural del cine en nuestro país y en la región. La apertura tendrá lugar el 2 de septiembre con la obra póstuma de Agnès Varda titulada Varda por Agnès. Luego de presentar a los responsables de los distintos focos se proyectó un documental realizado por el director Raúl Perrone, el primero en su filmografía: Hasta la muer7.
Un largo plano fijo cenital enfoca una plaza nocturna en la cual se mueve una pareja cercana a los cincuenta años. Él sentado en el borde de un cantero cuida los bultos de dos changos, ella oficia de “trapito” con los autos que circulan por la calle. Una vez más el director de Labios de churrasco (1994) muestra el desamparo social y político en su Ituzaingó natal, al seguir el deambular de un hombre y una mujer en situación de calle. Perrone estructura el film mediante la alternancia de imágenes sin diálogos, ya sea con planos estáticos o con el seguimiento a través de la cámara en mano de los indigentes en su recorrido por bares y plazas, con secuencias en las que la pareja expone sus penurias en conversaciones entre ellos o con otros interlocutores que se encuentran en la misma condición. El uso de los primeros planos resalta las bocas desdentadas, los cabellos desaliñados y las barbas encrespadas en una combinación que oscila entre una estética realista y un regodeo en la fealdad. La degradación socioeconómica del conurbano expuesta de una forma brutal, directa, sin concesiones con una imagen final sostenida que reclama piedad.
