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Gaspar Noé, luego de su primer film, Sólo contra todos (1998); continuó con, Irreversible (2002); para realizar en el año 2009, Enter The Void, título, que traducido, literalmente, al castellano, sería, «Entrar en el Vacío”. Gaspar Noé, nacido en Argentina pero radicado en Francia desde 1975, como realizador es un gran pensador de cine; obsesionado por la cámara en mano y la edición. Sin embargo como guionista deja mucho que desear. Son 160 minutos, de pura masturbación audiovisual; lo más parecido a un coitus interruptus. El espectador, espera que pase algo en el relato, pero no pasa absolutamente nada; y todo lo que va pasando es predecible y tedioso.
El film trata sobre el personaje de Oscar, interpretado por un actor desconocido, llamado, Nathaniel Brown; un toxicómano, en letras mayúsculas, y un dealer de venta de estupefacientes, que vive en Tokio con su hermana; Linda, interpretada, por la actriz, Paz de la Huerta (Serie de HBO Boardwalk Empire), quien trabaja como stripper. Oscar, está fascinado por un libro budista llamado “El Libro Tibetano de la Muerte”, siéndole, difícil de entender, motivo por el cual, le pide ayuda a su amigo Alex, interpretado también, por un actor desconocido llamado, Cyril Roy; representa, a un artista francés, que lo introduce en el bajo mundo de los drug dealers. El conflicto comienza cuando Oscar es asesinado, por la policía japonesa, luego de una fallida entrega de drogas dentro de una discoteca llamada The Void.
El relato es fácil de sintetizar en tres capítulos; el primer capítulo, describe en tiempo real todo lo que le sucede a Oscar mientras su personaje está vivo. El segundo capítulo empieza con la muerte de Oscar; convertido en un fantasma, o mejor dicho, en un espectador privilegiado dónde descrito en una seria de flashbacks se reconstruye los pasos anteriores a su muerte. El tercer capítulo es el futuro de los personajes que dejó Oscar atrás en vida; mejor dicho una serie de flashforward durante la muerte del protagonista que termina en la nueva vida de él como reencarnado o fin de su ciclo como espíritu u espectador privilegiado.
Técnicamente, la película está bien lograda. Para los amantes de la fotografía y de la edición; en este film encontraran muchos elementos con los cuales relacionarse. Por ejemplo: como toda película de Gaspar Noé; la secuencia de títulos, son, de ritmo rápido; de colores fuertes; y casi ilegibles los créditos, muy parecido a estar dentro de una discoteca; en síntesis: pura polución visual de tipografía. Sin embargo; lamento mucho, para aquellos fanáticos de Noé porque el realizador se jacta de no hacer “homenajes” a ningún cineasta anterior para la concepción de la secuencia de títulos en sus films.
Él afirma que su única referencia es el inicio de Un Perro Andaluz (1929) de Luis Buñuel, puesto que, siempre le pareció más importante impactar, al espectador, desde el inicio de un film, como la famosa escena del corte lesivo, en el ojo de una mujer. Si uno, ve la secuencia de títulos, de Una mujer es una mujer (1961) de Jean-Luc Godard; se puede evidenciar que Gaspar Noé, no es “avant-garde”, para su época, no revolucionó, nada, y no creó nada novedoso, tampoco. Lo único que efectivamente logra Noé, es obligar de cierta forma al espectador a sentarse en su silla y no quitarle los ojos a la pantalla; creando un malestar audiovisual.
Enter The Void, es una película que puede ser bien tenida en cuenta para los estudiantes de cine, ya que Gaspar Noé, correctamente utiliza ciertos recursos narrativos. Como por ejemplo, el destacable uso del plano-secuencia; que es la técnica narrativa, dónde se filma, sin que haya cortes, en la cámara o injertos de montaje. Claramente, es una difícil tarea de realizar; y aunque hay pequeños cortes; en la gran mayoría del film está bien lograda.
También, destaco, los diferentes recursos de ángulos visuales, como, la cámara “semisubjetiva”, que es, cuando la cámara toma parte del cuerpo del personaje; por lo general, desde atrás, y se puede apreciar, lo que el personaje ve; esta técnica, está bien ejemplificada, en el principio de la película. Al igual, que el uso del “cenital”; que es cuando la cámara está puesta por encima del personaje, en un ángulo levemente perpendicular; y en el caso de Enter The Void, funciona perfectamente; ya que el cenital, es una referencia, a Oscar, o sea, que el cenital, es la visión, en primera persona, de Oscar por lo tanto, se traduce en la subjetiva del personaje.
El mayor problema de la película es el guión, por su predictibilidad. La película, es extensa y lenta; demasiado aburrida, y no por su durabilidad (de 160 minutos), sino por lo poco que aporta en nivel dramático al espectador. Hay demasiados tiempos muertos para un film al que le falta dinamismo y acción dramática. Si por acción Gaspar Noé interpreta que mostrando un aborto o cuerpos mutilados en un accidente automovilístico es suficiente, entonces menosprecia al espectador.
A esta altura, el nivel de tolerancia del espectador, menos cinéfilo, es alta; puesto que, casi nada sorprende hoy en día. Aunque, le haya dedicado10 minutos a una escena de violación en Irreversible; en esto, Noé, se torna en repetitivo, grotesco; pero no como estética, sino como algo burdo; y en todo caso genera mayor rechazo, y no por las imágenes crudas que rozan lo pornográfico, sino por tedioso.
Enter The Void, es una película recomendable para los verdaderos cinéfilos, ya que el público general, no va a poder soportar la durabilidad del film, porque no está acompañado por un guión sólido. La falta de profundidad y de análisis en este film es notable. Si hubiera sintetizado el film en 30 minutos, igual sería el típico cortometraje de estudiante de 1er año de cine que quiere ser el próximo Godard. La dirección de actores, es limitada, ya que los actores mismos son funcionales al relato, aburridos y artificiales. La fotografía es dinámica, y la dirección de arte es sublime; pero el relato asesina, cualquier tipo de intención estética.
Si tengo que decir a qué se parece este film; es la versión moderna de Los Fantasmas del Señor Scrooge en LCD. En la suposición, de que los budistas, tengan razón, sobre la alternativa, de lo que nos pasaría, tienen razón sobre los que nos pasa cuando nos morimos; mejor que nos coman los gusanos.
Puntaje 6/10