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Ni la mismísima Rowling podía llegar a soñar que aquello que empezó tan solo como unas palabras sobre una hoja de papel, sentada en algún café de Londres, podría cambiar su vida de forma radical y para siempre. Seguramente hasta el día de hoy todavía no puede asimilar el grado de impacto que provocó creando a este niño mago, famoso en sus libros y mega-ultra conocido en el mundo real.
“Tuve la idea de un niño que era un mago y todavía no lo sabía. Nunca me senté y me pregunté, ‘¿Sobre qué puedo escribir ahora?’. Solo vino, completamente formado.” J.K. Rowling
Harry Potter marcó toda una generación, no sólo por el hecho de que logró que miles de millones de personas (en su mayoría niños) se perdieran tras las páginas de estos libros, sino que se convirtió en la saga más importante de todos los tiempos. Nadie más que los niños de aquel entonces (ya no tan niños) y todos los apasionados por la saga (los viejos y los nuevos), que crecieron junto a Harry, Ron y Hermione, pueden comprender la magnitud que significa este fenómeno.
A pesar de que Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, séptimo y último libro le dio fin a esta historia, viendo la luz allá por el 21 de julio del 2007, no se sintió como “el” final porque todavía estaban las adaptaciones cinematográficas a las cuales sujetarse y poder prolongar el desprendimiento.
Pero finalmente, el 19 de noviembre de 2010 la primera parte de última adaptación de la saga llegó a los cines. El comienzo del fin. Esta primera parte dejó más que contento al público y ansiosos por presenciar el tan histórico final. Llegó el 14 de julio de 2011 y con él trajo lo que todos esperaban. Desde días previos veníamos leyendo y escuchando a los críticos sobre lo excelente que era la película; que no iba a decepcionar y que no podría haber un mejor final para la misma. Sinceramente no puedo estar más de acuerdo.
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte cumplió, y más allá de que se hayan obviado ciertos detalles del libro (que a estas alturas sabemos que es inevitable), no decepcionó. Pero en ciertas escenas de la película, es palpable que aquellos que no leyeron los libros posiblemente tengan varias preguntas ya que se dejaron varios “huecos” en el guión. No voy a spoilear nada por respeto a los que no los leyeron, pero aquellos que sí, sabrán notarlo.
Por lo general los finales son los más importantes y por ende, de los que más se espera. Harry Potter no es la excepción. Personalmente considero a Las Reliquias de la Muerte como el mejor y más importante libro de la saga por el hecho de cumple las expectativas en todos los niveles. Todas, o por lo menos las preguntas que nos quedaron son respondidas. La conexión que creó Rowling entre los 7 tomos es increíble e inexplicable. Por esta misma razón no hay punto de comparación, en cuanto a la adaptación de un guión, entre los libros y las películas. Entre los 8 films, hubo algunos que dejaron mucho que desear. No así, no es imposible cumplir con lo esencial, lo cual es el caso de las 2 últimas películas.
Son unas 2 horas de máxima tensión, emoción (mucha emoción), risas y adrenalina. Sin duda la tecnología nos permite experimentar y vivir al máximo este mundo mágico tan ajeno al nuestro. Podemos ver, a través de otros ojos, lo que nuestra imaginación creó ensimismada entre aquellas páginas. Es mágico en todos los sentidos.
“Por supuesto que está sucediendo dentro de tu cabeza, Harry, pero ¿por qué debería significar que no es real?” Albus Dumbledore (Harry Potter y las Reliquias de la Muerte)
La escenografía plasmada en la pantalla es excelente; la banda sonora acompaña a la perfección toda la película y sobre todo los momentos claves. La actuación de todos los personajes, pero más que nada de Daniel, Rupert y Emma han cumplido. Es que 10 años es tiempo suficiente para darle vida a la perfección a un personaje.
Si nos remontamos a los primeros films, podemos ver cómo crecieron y maduraron los actores. Quizás es uno de los factores más relevantes porque crecimos con ellos, sufrimos con ellos, nos emocionamos con ellos, sentíamos lo que ellos sentían y caminamos juntos hasta el final del recorrido. Toda una experiencia literaria y cinematográfica.
Es una tarea complicada despedirse finalmente de esta magnífica creación que nos regaló J.K. Rowling. Siempre le estaremos agradecidos y seguramente nos sorprenda con más novelas del mismo calibre.
Harry Potter seguirá marcando generaciones tras generaciones como lo viene haciendo desde hace 14 años, desde que se publicó por primera vez en 1997 el libro que se convertiría en un hito de la literatura fantástica.
Tal vez haya terminado todo, pero siempre tendremos los libros y las películas para revivir junto a Harry, Ron y Hermione la aventura de nuestras vidas.
“Es importante recordar que todos tenemos magia en nuestro interior” J.K. Rowling
“No creo en la clase de magia de mis libros. Pero sí creo que algo muy mágico puede ocurrir cuando lees un buen libro.” J.K. Rowling