Cine

Horror mal reciclado: Crítica de No toques dos veces

Por Germán Pérez

Don’t Knock Twice (nombre en inglés) es una película que reúne componentes de otros films de terror.  La película trata de sorprender al público con situaciones carentes de interés y presentando personajes absolutamente dispensables.

El director del proyecto Caradog W. James, los guionistas Mark Huckerby y Nick Ostler recurren a escenas de terror básicas, predecibles y aburridas. Para dar un ejemplo de esto nos encontramos con la clásica “abducción” en plena videollamada de Skype que demuestra el «gran poder» del villano. Pero ese poder más el ambiente y hasta las palabras empleadas por los protagonistas, es algo que ya se vio en tres mil películas anteriormente como en Unfriended, Paranormal activity y sus secuelas (por dar ejemplos).

W. James y sus guionistas reciclan momentos durante toda la película suponiendo que el espectador es estúpido y no se va a dar cuenta del desastre que está presenciando. ¿Se acuerdan de la típica escena de la comida que se transforma en algo asqueroso para darle al protagonista un motivo para no dormir ese día? Bueno, también tenemos esa gastada situación en Don’t Knock Twice.

Katee Sackhoff y Lucy Boynton (madre e hija en la ficción) intentan mantener el ritmo de la película ofreciendo actuaciones que son desafortunadas – culpa del guión de Huckerby y Osler- básicas y desinteresadas. En el caso de Sackhoff la situación de «buena o mala actuación» es un tiro a ciegas, hay veces que Katee se mantiene en línea con el nivel de la película como por ejemplo en The Haunting in Connecticut 2: Ghosts of Georgia (un bodrio entretenido) pero en ciertas ocasiones ella hace brillar la pantalla/tv con su presencia, dos gratos ejemplares son Nip/Tuck y Battlestar Galactica.

Katee Sackhoff es una actriz pura y exclusivamente del género acción o ciencia ficción y no es para nada placentero verla desperdiciar su descomunal presencia haciendo de una madre afligida -no se lo puede creer ni ella-.

Puede ser que el departamento de arte y la banda sonora a cargo de James Edward Barker y Steve Moore ayuden en ciertos momentos pero a no engañarse, Don’t Knock Twice es un film estándar y obsoleto que no sorprende, no se arriesga a innovar y no logra mantener al público interesado en esos cortos 93 minutos. Sin dudas es un film para olvidar.

Germán Pérez

Lector, escritor y cinéfilo. Pasa sus días en el gimnasio y viendo viejos y nuevos clásicos del cine. Fanático de Michael Mann.