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Quien les escribe, siempre ha sido una gran defensora del cerebro de Jeffrey Jacob Abrams, siendo contradictoria conmigo misma, porque mee molestan las sorpresas y todo lo que conllevan; molesta no saber qué esperar, qué es lo que va a pasar a continuación. Irónicamente la falta de respuesta a estas preguntas es lo que siempre genera J.J. con cada idea que realiza. ¿Por qué hay uno oso polar en la isla?, ¿Dónde está el resto de la estatua gigante?, ¿Qué es ‘rabbit’s foot’? (M:I III).
Es entendible que a algunos les genere odio obtener más preguntas que respuestas cuando nos referimos a las ideas de J.J., y por eso denominarlo como un “vendedor de humo” y no estoy hablando del humo negro asesino precisamente. Siempre es más fácil tomar ese camino que parar a pensar ¿por qué me hace sentir así? Mantenernos en las sombras, con muy poca información siempre ha sido su gancho, su marca personal, siempre generando expectativas en la industria. Pero la mente de J.J. va más allá de eso.
No fue hasta el día que dio una conferencia en TED en el 2007, que toda su persona tuvo más sentido. Lo que Abrams dice es tan revelador, honesto e inspirador como el famoso speech de Steve Jobs en la Universidad de Standford, para otros. Sus rápidos parafraseos terminan por encajar en un solo rompecabezas. Todo se trata de una “caja mágica” (mistery box).
J.J. dice “qué son las historias sino cajas mágicas? El primer acto se llama de teaser, la pregunta fundamental. Entonces eres atraído hacia eso”. Realmente no se le puede hacer honor al citar partes de toda la charla, pero sus palabras tienen un mayor sentido a esta altura de su carrera. “Dios mío! Las cajas mágicas están en todo lo que hago!”, “me encuentro atraído a las posibilidades infinitas”.
¡ESO ES! ¿Por qué molestarse por no saber la respuesta a todas las preguntas de sus historias, cuando se puede obtener millones de respuestas y variables con nuestra imaginación? Y como una incepción al estilo DiCaprio, J.J. deja como eco en nuestras mentes cada una de sus historias, que nos persiguen por respuestas. ¿Por qué no llenar los espacios en blancos? “El misterio es el catalizador para la imaginación” no dice nada nuevo, pero a la vez lo dice todo. Ese es su juego.
Sin embargo, los pesimistas insistirán que “no contar todo es vender humo”, siempre entendido como una estafa, burla (tease) hacia el espectador. J.J. siempre ha preferido producir ideas, antes que dirigirlas. Él tira el gancho y se hace un lado para que el resto siga su curso con la ayuda de Damon Lindelof, su guionista, su dupla creativa, entre otros. No fue hasta el estreno de Super 8 que supimos lo emocional y melancólico que J.J. podía ser, logrando con el film homenajear parte del cine de Steven Spielberg.
Abrams estaba empezando a mostrar desde Misión: Imposible III que podía comprender a los personajes, retratarlos en su mejor forma con mucha sensibilidad y sumar elementos refrescantes. Si podía regresar a Ethan Hunt en su mejor forma (y a pedido de Tom Cruise, quien lo espero por MUCHO tiempo para poder trabajar con él), ¿por qué no arriesgarse por algo más intrépido?
Humanizar y actualizar una serie que tiene casi cincuenta años era todo un desafío, aún así, J.J. abstrajo lo mejor de la filosofía y la esencia de Star Trek en el 2009, con un film que nadie se vio venir. Que una persona a la que ni siquiera le gustaba la serie y que de hecho la encontrara aburrida, haya podido dilucidar qué era lo que necesitaba para revivirla, entendiendo que todo podía salir muy mal o muy bien, debe vender algo más que humo.
“Nunca entendí del todo Star Trek, De chico me resultaba un poco aburrida, nunca me interesó, y eso que lo intenté… Como todos mis amigos la amaban, yo me decía: ‘Bueno, esta vez realmente me voy a enganchar’. Y me sentaba a ver un episodio y nada; terminaba dejándolo por la mitad. Creo que mi modo de entrar a un relato es a través de la imperfección: nunca tuve la arrogancia del capitán Kirk, ni fui tan inteligente ni lógico como Spock, así que nunca pude identificarme con ellos. Pero la imperfección sí encuentra un lugar en mi reparto: mientras que muchos actores guapos de su generación no se atreven a arriesgar su imagen, Chris Pine (Jim Kirk) y Zachary Quinto (Spock) son la cabeza de un grupo de gente que está muy dispuesta a mostrarse vulnerable, a parecer confundido y aterrorizado. Lo que los vuelve tan cool es justamente su disposición para verse tan poco cool en ocasiones.”
Se puede entender a J.J. Abrams como una persona que tiene una lectura de las cosas que nadie había tenido hasta ahora. Es cierto que cuando él se burla, nosotros chillamos positiva o negativamente; pero alguien más vio que este wunderkind nerd aplica filtros sobre sus ideas que logran un pensamiento lateral que rompe los moldes. Una teoría que sería suficiente para revivir una franquicia aún mayor como Star Wars, con muchos más riesgos que Star Trek, con muchos más fanáticos que servirían de presión ante los resultados, aunque no parece asustado ante semejante proyecto.
En su charla en TED, J.J. se refería a la mitología creada por George Lucas con mucho afecto, porque él es fanático (motivo por el cual en un principio rechazo ser el director de la franquicia) y como una sucesión de cajas mágicas que es para morirse, en el buen sentido de la expresión. El amor y el conocimiento que tiene debería ser un plus para que Star Wars dé su próximo paso, y por eso, quienes saben, no dudan de sus capacidades.
Los invito a ver lo que tiene para decir sobre su trabajo, sobre su adorada infancia y sobre su caja mágica, la cual nunca abrió, porque sigue simbolizando lo que lo mueve a la hora de crear, producir, dirigir y provocarnos al no mostrar lo que se esconde detrás de la cortina.