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Finalmente después de casi año y medio desde Eclipse, la primera parte de la última película de la saga Crepúsculo, Amanecer, llegó a los cines. Mientras que en Estados Unidos los fans acampan días y horas para elegir las mejores butacas (aparentemente no en todos los cines son numeradas) para verla la medianoche del 18, acá ya pudimos verla horas antes.
Primero que nada, creo que es momento para decir que Amanecer es el libro que menos me gustó de todos. Y perdón por la redundancia a todas aquellas personas que me han escuchado decir esto mil veces, pero considero que Amanecer es el resultado de lo que gran porcentaje de los fans querían leer en un libro. Acá es donde más falló Stephenie Meyer. Y con esto me refiero al casamiento, el sexo, el embarazo, etc. No digo que yo, como fan y lectora de los libros no quise que todo esto ocurriera, pero considero que se podría haber escrito de otra manera.
En esta primera parte podemos ver cómo Bella (Kristen Stewart) y Edward (Robert Pattinson) se preparan para su extravagante casamiento; cómo viven su lujosa luna de miel en Rio de Janeiro, donde finalmente consumarán su amor. Pausa acá. Todos los que han leído el libro saben (y los que no, ahora se enterarán) que esta escena en particular es casi inexistente. Si bien se dan a entender ciertos detalles de la noche, en el libro es un gran “fade-out”, como lo llaman en el cine.
Ahora, no hay que ser hipócritas, esta escena es una de las razones por la que la mayoría ha estado ansiosamente esperando por la película, y obviamente los productores lo sabían y decidieron darle el gustito a los fanáticos, lo cual no está mal ya que en papel nos dejó sabor a poco. Pero debido a las regulaciones de audiencia, tampoco podían ser demasiado explícitos si querían abarcar un público amplio, por lo que realizar la edición no fue una tarea fácil.
Más temprano que tarde, Bella se encuentra gestando en su vientre a un bebé mitad humano, mitad vampiro. Al ser un caso particularmente único y sin precedentes, Edward no está demasiado contento con la situación ya que este bebé crece a un ritmo acelerado y literalmente desgarrando el interior de Bella y matándola al mismo tiempo. Pero Bella está dispuesta a dar la vida por la de su primogénito si es necesario, aunque esto signifique enfrentarse al amor de su vida.
Edward no es el único que no está de acuerdo con este embarazo, Jacob (Taylor Lautner), el mejor amigo de Bella, junto a su manada de lobos quieren acabar con la vida de la «criatura», y de su madre, llegado el caso, al significar un grave peligro para el bienestar de la gente del pueblo. Por otro lado, el amor que Jacob siente por su amiga es más fuerte que el vínculo que tiene con su familia lobuna y no duda un segundo en cambiarse de bando para defenderla.
Cada hora que pasa, Bella se debilita más y más. La transformación física por la que pasa está muy bien lograda; con un cuerpo esquelético y pálido, la vida de Bella está siendo consumida. Y es así que llega la hora de, posiblemente, el parto más sangriento y doloroso de la historia de la literatura y el cine. Gente impresionable, abstenerse. Edward y Jacob luchan por sacar a la bebé, Renesmee, y mantener a Bella con vida, pero después de todo el sufrimiento, su corazón deja de latir.
El enojo de Jake es tan grande que lo lleva a querer matar a Renesmee pero en el momento en que ésta lo mira fijamente a los ojos ocurre lo que se llama «imprimación». Que sin más preámbulos, es como encontrar a su «alma gemela», su «media naranja» o como quieran llamarles; solo que los enlaza de por vida a esa persona, no importa la edad que tengan, viven y respiran por ella. Esto es una de las cosas que me resultan más bizarras del libro, no hace falta pensarlo mucho para saber de qué se trata. Como sea, este suceso prohíbe a la manada, por ley suprema de sus antepasados, a acabar con la vida de Renesmee.
En la otra habitación, Edward recurre a todo tipo de tácticas para revivir el corazón de su esposa. Le inyecta su veneno de vampiro mordiéndola en diferentes extremos de su cuerpo para que se disperse rápidamente. Los días pasan y el aspecto de Bella mejora rápidamente; recupera su peso; su cabello se torna de un rojizo brilloso; su piel blanca como el marfil y sus ojos rojos como el fuego. Se produce el cambio que tanto esperábamos, algunos quizás desde el primer libro: Bella es ahora vampiro.
En cuanto a los otros aspectos que hacen a la película, la química entre Kristen Stewart y Robert Pattinson sigue mejorando en cada film. Mucho ayuda que sean pareja en la vida real, por supuesto. Pero por más que muchos opinen diferente, Stewart es la película. Su personaje, pasa por una serie de transformaciones y situaciones que requieren de alguien capaz de cargar semejante responsabilidad por sí sola, y ella lo logra con éxito.
Pattinson, por otro lado, ya ha demostrado que puede ser un buen actor, y también logró transmitir su amor y devoción por Bella, tanto en las buenas como en las malas. En cuanto a Lautner, sigue manteniendo su línea, sabe ser el chico enamorado al cual su amor no le es correspondido de la forma que desea. El resto del elenco sigue estando en un segundo plano, tal vez de todos ellos, Charlie (Billy Burke), el papá de Bella, ocupa el lugar más relevante.
Los efectos, estuvieron bastante bien, como dije antes, especialmente durante el embarazo de Bella. Al director, Bill Condon no le tocó una película fácil de hacer, en realidad para ningún director es fácil dirigir una película de esta saga, los fans no son nada fáciles de contentar.
La música, a cargo de Cartel Burwell nuevamente, fue acertada en los momentos justos. Y la banda sonora también gustó, aunque en mi caso no provocó el mismo efecto como lo fue la de Luna Nueva.
Lo que en realidad me resulta innecesario de la adaptación de Amanecer, es que la hayan dividido en dos partes cuando considero que es un libro perfectamente adaptable en una sola. Esta primera parte te deja esa sensación de que falta algo más, pero es por el hecho de que se estira mucho el tema del casamiento, la luna de miel y el embarazo, que es básicamente toda la película.
Ahora se viene una espera bien larga, ya que Amanecer Parte 2 tiene fecha de estreno recién para el 16 de noviembre del año que viene. Otro error enorme. ¿Con qué necesidad? Todavía no logro entenderlo. Quizás, quizás, exista una mínima chance de que se adelante. Quizás. Mientras tanto, podremos ver a Kristen Stewart en Snow White and The Huntsman y On The Road, y a Robert Pattinson en Cosmopolis y Bel Ami.
