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Si de mí dependiera, esta nota diría algo así: love love love, minions minions minions, Gru Gru Gru, love love love, Agnes Agnes Agnes. Y algo parecido se repetiría a lo largo de toda la nota. Pero como no tiene sentido y no depende de mí, no lo haré. No del todo…
Cómo es que se mide el efecto de una película de animación, creada para lo más chicos, en lo grandes? Fácil. Midiendo cuántos años de encima permite sacarte la película. Y ese es exactamente el efecto que Mi Villano Favorito 2 logra. Si con Monsters University tenía 13, con este film, descendí en un nano segundo a los 5 años. Los culpables? Muchos minons, Gru y su tierna hija adoptada en la primera película, Agnes.
Gru (aunque no podamos escuchar la voz de Steve Carell, es muy fácil detectar sus gestos y articulaciones) ha cambiado por el bien de sus tres hijas: Agnes, Edith y Margo. Aunque todavía su mal carácter está presente bajo lo superficie y se nota que le pica, el amor que emana siendo un nuevo padre es lo que lo transforma en nuestro villano favorito. Sus acciones no solo buscan entablar una mejor relación con el público más pequeño, sino también con el público mayor. El se viste de hada madrina para no decepcionar a su hija y alguien pregunta “Por qué estás tan gordo?”, a lo que él responde “porque mi casa está hecha de dulce y a veces como en vez de enfrentar mi problemas”.
El ex villano lleva su nueva vida muy cómoda siempre y cuando el género femenino no se meta en su camino, pero con un nuevo villano a la vista, la Liga Anti Villanos solicita su ayuda, asignando a la intrépida y divertida agente Lucy Wilde (Kristen Wiig) como su compañera. Ambos se complementan pero requerirá de toda una aventura para que les caiga la ficha.
Mi Villano Favorito 2 cumple con lo que promete porque amplia y mejora el mundo que creíamos conocer. La historia es pequeña, sencilla y aunque las hijas de Gru reciben una subtrama muy divertida, el foco ya no está sobre ellas porque su historia ya fue contada. Los minions son predispuestos para recibir toda nuestra atención, porque al fin y al cabo ellos son los fabricantes de risas y carcajadas en grandes y chicos. Los directores Pierre Coffin y Chris Renaud deciden que sean parte de la trama principal, por lo que estos mounstritos amarillos reciben tanta atención como Gru. Hacia el final de la película, es inevitable no estar enamorados de los minions y querer llevarte uno a casa.
Lo que realmente refresca a esta secuela es Lucy, que llega como una bocanada de aire nuevo. Gente de Pixar, tomen nota., porque así es cómo se construye un personaje femenino con fuerza. Ella es inteligente y capaz, pero un poco propensa a los accidentes, y sus esfuerzos a menudo desafortunados para salvar al mundo la convierten en la combinación perfecta para nuestro héroe exasperado. Los directores y guionistas la hacen divertida sin ser el blanco de la broma, dura sin ser abrumadora y se ajusta perfectamente en todos los sentidos al loco mundo super espía de Gru.
No vemos una gran cantidad de personajes femeninos como ella en las películas. Ni ahora, ni nunca. Las niñas no suelen tener suerte cuando se trata de tener modelos animados a seguir, que no sean princesas o hadas. Pero en ese caso, también es interesante la construcción de la hija del medio de Gru, Edith, que es algo única y casi una versión pequeña de Lucy.
Esta película tiene otro elemento por el cual Pixar debería temblar: su animación. Es de esa que te hace decir wow y de la que resulta fácil e inevitable comparar con otros films, para un público medio que tiene pocos conocimientos sobre efectos y animación. Y aunque el 3D sigue sin convencerme como novedad, después de Life Of Pi, Hugo, Mi Villano Favorito 2 es una de las mejores películas que he visto que realmente sabe usar el efecto, algo que Monsters University no pudo lograr ni minimante. Esperen hasta los títulos finales para ver a los más chicos intentando agarrar lo que tiene en frente.
La película en sí sigue el ejemplo antiguo de «ideal para niños y adultos». La trama genera un fácil acceso a la memoria de cuando los grandes éramos jóvenes, manteniéndose lejos de referencias sobre la cultura pop y haciendo guiños evidentes sobre saberes ridículos que el público más chico no podrá entender. Mi Villano Favorito 2 nos da una alegría inocente que permite reír sin tapujo alguno, completando todo nivel de diversión.