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#OrphanBlack y Tatiana Maslany, la mujer de las mil caras

Por Victoria Barberis

Las series que nos despiertan enormes expectativas terminan siendo, en muchos casos, una gran desilusión que no alcanza a terminar la primera entrega. Por el contrario, a menudo sucede que aquellas que no están en boca de todos y a las que generalmente llegamos tarde, terminan siendo una magnífica revelación que se sostiene dando pasos firmes. Es una suerte de ley implícita de los shows televisivos, o quizás simplemente tiene que ver con que nunca nada iguala la imaginación y la ansiedad de los fans.

Puede que Orphan Black sea un caso paradigmático en lo que a sorpresas respecta. Eclipsada por los regresos y lanzamientos que aparecieron en el momento en el que el episodio piloto vio la luz (pensemos en la esperada tercera temporada de Game of Thrones, por ejemplo), y con una trama de Sci-Fi de esas que pocas veces reciben una palmada de la crítica, la ficción de la BBC América hubiera quedado oculta si no fuera por una cosa: Tatiana Maslany es el nombre que le da vida a esta historia, de muchas maneras diferentes.

La actriz canadiense ha develado un verdadero talento, que queda manifiesto en las impecables personificaciones con las que sorprende en cada episodio. La serie aborda la vida de Sarah Manning (Tatiana Maslany), una joven huérfana que, casi por azar, presencia el suicidio de una mujer con la que tiene un extraordinario parecido. En un rapto de audacia o de increíble infortunio y estupidez (depende de cómo se lo mire), Sarah asume la identidad de la fallecida, Beth Childs.

Una vez que logra ocupar el lugar de Beth, Sarah comienza a desenterrar los secretos de la supuesta gemela y a verse envuelta en una realidad completamente desconocida. Así, descubre que hay muchas mujeres idénticas a ella en distintas partes del mundo, algunas de las cuales han formado una red para descubrir el pasado que las une. Las sospechas de Sarah/Beth se confirman al descubrir que se trata de clones, parte de algún proyecto científico del pasado.

En este sentido, la versatilidad de Tatiana Maslany es más que destacable. Ella encarna sin problemas a una británica rebelde con un vasto historial con las drogas, a una alemana que viaja en busca de su verdadera identidad y a una soccer mom de los suburbios americanos que carga con la cruz de no ser una mujer con un pasado normal. Los clones se irán sumando lentamente a la red y dando forma a una historia (y a una protagonista) como jamás hemos visto. Todas estas mujeres conforman distintas aristas (pero con el mismo rostro, claro) de un oscuro pasado que las une. Durante el desarrollo, Maslany es el hilo actoral que va reuniendo todas las piezas que hacen de Orphan Black una serie excepcional.

Las otras caras de Tatiana y el gran salto de Orphan Black

La bella actriz ha hecho su paso por distintos shows, como The Listener, Alphas y la miniserie World Without End. Casi a finales de 2013 pudimos ver su costado cómico en una participación especial para un episodio de la popular Parks and Recreation, como Nadia Stasky.

El desafiante protagónico en Orphan Black es, además de un trabajo excepcional, un despliegue soberbio de profesionalismo y versatilidad. Muchos de los seguidores de la serie aún creen que Tatiana es británica, por el acento con el que personifica a Sarah y ha dejado boquiabierta a la crítica poniéndose en la piel de tantas mujeres diferentes para una sola historia. Claro que, el trabajo de producción y de guion de la serie constituyen un gran mérito para que esto suceda, y merecen varios párrafos aparte.

Quizás sea poco decir que Maslany es una revelación. Es la gran revelación, que surge de la mano de una serie por la que muchos no se atrevieron a apostar, pero que sin embargo, crece a contra pronóstico.

Victoria Barberis

Es periodista de profesión y escritora de corazón. Es "seriéfila" y una aficionada a las sagas. Su pluma a veces es sarcástica, pero siempre divertida.