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El afiche muestra a ocho personas posando como si se tratase de un retrato de familia. Los ojos cubiertos por una franja negra revelan algún tipo de censura, lo prohibido, un cierto desorden. Los integrantes del póster conforman dos familias. Los Park, pertenecientes a la clase alta, son soberbios, caprichosos y manifiestan una cierta antipatía disimulada hacia sus empleados. Los Kim representan a la clase baja, están sin trabajo y desesperados por el dinero. En conjunto son la encarnación de un mundo de arriba y otro de abajo, el abismo de las injusticias, la gran disparidad entre las clases sociales. Los Kim son los desposeídos, típicos héroes de la filmografía del director que deben enfrentar la inequidad, la exclusión y los abusos. En Parasite:Parásitos conforman una familia de timadores que literalmente invaden la casa de los Park en su lucha por conseguir un ascenso social. Están desempleados pero unidos, como lo demuestra la primera escena, en la que dentro de la precariedad, se manifiestan solidarios y astutos al descubrir la falta de internet y cómo solucionarlo.
Joon-Ho Bong recurre a la mezcla de géneros. La comedia costumbrista de integración de la primera parte da paso al thriller de invasión, al drama, al gore. De una sátira placentera se pasa a un tono oscuro que culmina en el horror. En una comedia sin bufones y en una tragedia sin villanos, el malo de la historia es el capitalismo, un sistema cruel en el que la convivencia de clases está marcada por una inmensa disparidad. Los cambios de tono que utiliza el director atenúan la crítica social, en una misma escena lo jocoso aliviana la crueldad, el grotesco y la tragedia pueden cohabitar.
Dos elementos muy apreciados por el director, la lluvia y la torpeza, tuercen el guión de manera magistral. La lluvia ejercerá un efecto catastrófico sobre los personajes, un tsunami inesperado. La imprevisión y el descontrol los llevará a cometer errores que desestabilizarán el equilibrio logrado. Pese a los graves contratiempos, la preservación de la unidad familiar en los Kim permanecerá intacta. La ruptura del orden en la segunda mitad simboliza un trastorno en la lejanía. Una sociedad aparentemente ordenada y equilibrada como la coreana, no está exenta de alguna amenaza invisible que podría desbaratar la armonía reinante. En cuanto al estilo, los espacios amplios, minimalistas y puros de la casa de los Park contrastan con los cuartos de los Kim donde priman el desorden y el amontonamiento. Abundan las panorámicas en la casa del arquitecto para integrar los espacios, en tanto que la puerta del sótano cobra una gran importancia en el plano.
Parasite:Parásitos, es una obra maestra, que, desde su presentación en el Festival de Cannes, viene transitando un camino lleno de premiaciones sobradamente justificadas.
Valoración: 90
