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Death by Romy revisiona el clásico que nos gusta a todos, Its Raining Man que explota en los créditos iniciales, luego de un epílogo en donde la reina, si, si la reina Carey Muligan (Cassandra) arremete contra todos y baila con los stilettos en la mano, el rouge corrido y las marcas de sangre en sus colmillos. Porque esta Vamp de plástico, patina por las letras rosa chicle del título y nos hace desde ese comienzo, surfear una marea de sensaciones, La ópera prima de Esmeralda Fennel (Camila en The Crown), Promising Young Woman, es vertiginosa y es una rape and revenge popera y manipuladora.
Cassandra es un treintañera que vive con sus papas y trabaja en una cafetería, pero de noche, de noche la cosa cambia, y se convierte en el alma vengador de la caza de los machos alfa, ABC1, al principio uno está medio perdido, pero avanzado la trama se entiende ese odio acumulado hacia una cierta porción de hombres. Carey Mulligan, tiene el don para irritar, en The Great Gatsby su personaje martirizaba a un Di Caprio loco de amor y uno la odiaba, en The Shame fastidiaba a su hermano, con quien tenía una relación al borde del incesto, nunca una carmelita descalza, y en esta, bueno, se vuelve insoportable, arrogante, pero tiene un propósito: ser la heroína de una historia.
No quiero adelantarme a la trama, pero su cometido, segmentado por capítulos, tiene una fuerza que madre mía, y Fennel es viva, vivísima, y mete clásicos del pop y nos hace cantar y empatizar con Cassie, y de repente una escena de amor, con el galán, Ryan (amamos a Bo Burgham), musicalizada con Star are blind de Paris Hilton se vuelve pegadiza y los amamos, aunque intuyamos que esa felicidad aparente va a terminar en pedazos. Cassie quiere vengar la muerte de una amiga, y busca a los culpables, y les hace pasar la de Cain.
Entrecomillado aparte, la escena donde se topa con una amiga cheta de country, una Alison Brie maravillosa y que bien le sale la falseta de recoleta, y así es toda la película, todos son malos, menos Cassie y aunque la protagonista derrapa, la fantasía de la venganza feminista se hace presente y se festeja como el gol de Diego a los ingleses.
Dicen que la directora roba cosa de The Jocker, pero si lo dicen por la escena donde se saca el labial frenéticamente delante del espejo, me temo que Todd Phillips no invento la pólvora, ya en clásicos como El resplandor en la hierba, Natalie Wood fragmentaba su imagen y se desvanecía delante de un espejo en primer plano. Promising Young Woman, es una venganza de cotillón, colorida y con un particular sentido del humor. Bancamos el domingo de Oscars a Carey Mulligan por supuesto.
Valoración: 8