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Con frecuencia se explica que, ante proyectos colectivos, el resultado siempre será irregular. Ejemplos hay, incluso en Negro & White se ha hablado de 7 días en La Habana, otro film de episodios dirigidos por distintos cineastas. Proyecto 43 (producida por los hermanos Farrelly, los encargados de Tonto y retonto, Loco por Mary y la muy interesante versión de Los tres chiflados) pertenece a este grupo que no parece encontrar nunca un digno representante.
Ya se venía hablando bastante mal de esta película en su país de origen. Las críticas
en Estados Unidos no podían ser más terribles, lo cual resultaba llamativo, teniendo en cuenta la cantidad de famosos que se prestaron a participar de este proyecto. Algunos de las estrellas que forman parte de Proyecto 43: Hugh Jackman, Halle Berry, Kate Winslet, Richard Gere, Emma Stone, Chloe Morezt, Johnny Knoxville, Sean William Scott, Naomi Watts, y un largo etcétera.
La historia es más o menos así: dos jóvenes quieren buscar venganza contra un nerd que les hizo una broma, por lo cual le hacen buscar el Proyecto 43, un secreto casi de estado. En el medio, sin mucha explicación, aparecen los cortometrajes que integran la película.
Que son de una calidad diversa, pero nunca excelente. Los mejores segmentos son los de Naomi Watts y Liev Schreiber (matrimonio en la vida real) y su poco ortodoxa enseñanza a su hijo; algunas partes del escatológico corto con Anna Faris, Chris Pratt y un inusual pedido sexual; el zarpado y animado corto sobre un gato con una fijación homosexual con su dueño, y el muy divertido Victory’s glory, en el que un entrenador trata de hacerles entender a sus jugadores que pueden ganar al básquet sólo por ser negros.
El resto es fallido (el segmento de la cita a ciega de superhéroes es una idea increíble pero muy mal ejecutado), mediocre (Middleschool date, sobre la menstruación inesperada de una adolescente) o directamente malo (iBabe, que da vergüenza ajena). Si, visto de esta manera parece que el film es bastante aceptable.
Y posiblemente, lo sea si se tiene poca expectativas y la cabeza abierta hacia cualquier experiencia chocante. O posiblemente sea el intento de eliminar el prestigio de estas celebridades, el brillo de estas estrellas, y bajarlas al escalón de lo banal, chabacano, o directamente, del mal gusto.
