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Monger es la ópera prima de Jeff Zorrilla, un director californiano, que vino a Argentina y encontró, además del amor (está casado con una argentina), el escenario perfecto para filmar un documental sobre turismo sexual. Zorrilla explora el mundo del mongering, nombre que se le da al hábito non sancto de viajar en busca de placer, y nos presenta, a través de su experimentación cinematográfica y su collage de imágenes en Super 8, a tres Mongers: un bacán (estadounidense repatriado) que es el nexo entre los turistas y las prostitutas, un joven que viene a festejar su cumpleaños y a acostarse con la señorita número 400 y el monger redimido, un inglés que lucha por llevarse a su hijo, fruto de una relación con una chica argentina, a su país de origen. Zorrilla explora el mundo absolutamente vetado, incómodo. Pero lo hábil y oneroso es que el director describe y pone su mirada sin tomar partido.
Los protagonistas son personajes que viven su instancia sin vergüenza, ni prejuicio y se muestran, especialmente el joven que viene a experimentar y el guía sexual, como cultores del mongering. Ramiro, el proxeneta, es quizás el hallazgo más interesante: su verborragia y desenfadado generan reacciones diversas en el público. “Evita es una puta de mierda”, manifiesta con ánimos gorilones ante el monumento de Evita en la 9 de julio. Ese primer acercamiento propone un código de lectura que va a movilizar. Ramiro se pasea con soltura ante la mirada atenta de Zorrilla, y en su discurso misógino y cosificador describe el sórdido mundo en donde habita, un mundo regido por el dinero y el sexo.
Ramiro es un ser solitario que carece de empatía con su entorno y genera rechazo con su prosa agresiva. Sus “chicas” lo acompañan con simpatía. Joe, el segundo protagonista, una especie de youtuber que viene a Argentina a explorar nuevos escenarios para sus conquistas pagas se pasea con su «diario intimo» y le pone puntajes a las mujeres con las que se acuesta. Así de trivial es la vida de estos mongers.
La escena en la cual Ramiro va a Ezeiza a buscar a Joe, es una de una astucia importante. La gracia sobrevuela la secuencia y eso es muy interesante: Monger, nos sumerge, paso a paso, en un mundo a descubrir. Las voces en off de otros mongers, funcionan para entender aún más el deseo de estos gringos por viajar y experimentar sexualmente. Monger es un documental que muestra y describe un tabú, sin volverse ni detractor, ni apológico. Zorrilla nos brinda un paseo nocturno por la siempre atrayente Buenos Aires, con sus marquesinas poderosas y sus rincones arrabaleros y nos describe el deambular de estos personajes que buscan placer en la ciudad del deseo.