Te recomendamos:
Son buenos los ingleses. Tienen talento y oficio y una sensibilidad entrenada para exorcizar sus demonios en la pantalla. Es raro encontrar a un fanático del noir/suspenso/policial que haya fracasado al elegir un programa nacido en Londres o sus inmediaciones. Siempre se puede hacer la prueba con una docena de series de esa procedencia en un heterogéneo grupo de amigos y comprobar si alguna merece una calificación por debajo de los siete puntos, en una escala de uno a diez.
Herederos de la tradición del misterio que cultivó Agatha Christie, los autores, productores y directores británicos han aprendido todo lo que vienen enseñando desde hace años los creadores de la novela negra norteamericana y ahora hacen programas perfectos con lo mejor de ambos mundos.
Unforgotten es una serie realizada por el canal ITV y tiene dos temporadas de seis episodios. El vértigo de la acción-constante, ininterrumpida- no altera el eje del relato que capítulo a capítulo aporta pistas para que el espectador pueda acercarse si no al corazón del misterio que hay que develar, al menos a la trama que lo oculta.
Al frente de un elenco sin fallas se encuentra la dúctil Nicola Walker, esta vez como la detective sargento Cassie Stuart, acompañada por Sunny Khan (Sanjeev Bhaskar). Con la colaboración de distintos especialistas de la Policía Metropolitana deberán identificar los restos óseos que aparecen en un edificio en construcción.
Esclarecer un crimen ocurrido hace 42 años es la excusa perfecta para que el escritor Chris Lang reconstruya una época y se permita establecer la distancia sideral que parece existir entre algunas conductas que el siglo XX traía de arrastre y esta nueva centuria condena en pos de la evolución de la especie y las costumbres.
A diferencia de los modelos más o menos habituales de policías duros y eficaces pero distantes, Nicola compone una mujer sensible, siempre dispuesta a percibir el dolor y la soledad que provocan ausencias inexplicables. Y también convencida de que el daño se puede reparar con una cuota de justicia.
Con méritos en el guión, la dirección y una escenografía que alterna el Londres moderno y la campiña inglesa, una parte importante del éxito de Unforgotten está relacionada con el reparto en el que destacan Tom Courtenay, Bernard Hill, Trevor Eve y Lorraine Ashbourne. Es mejor no revelar detalles finos de lo que arroja la investigación sobre un homicidio antiguo pero no olvidado.
Como en cualquier historia policial convencional hay que averiguar la identidad de un esqueleto, establecer cómo murió y quién es el responsable, pero la pesquisa saca a relucir cuestiones vinculadas al racismo, los prejuicios y la identidad sexual. Inglaterra todavía está en carne viva por un caso emblemático de abuso que se desarrolló casi a la vista de una sociedad que, sin embargo, no alcanzó a percibirlo hasta que fue demasiado tarde.
En más de una serie hay referencias inequívocas al caso de Jimmy Savile, el más famoso de los presentadores de la BBC. La megaestrella británica murió en 2011, a los 84 años, con su prestigio intacto, forjado en casi medio siglo frente a los cámaras. Sin embargo a poco de su partida se presentó la primera de una serie interminable de denuncias.
La policía informó que Jimmy había acumulado 217 ataques sexuales a niños y adultos entre los años 1955 y el 2009 en hospitales, centros de atención de enfermos mentales, hospicios y hasta en la BBC. Cuando la ficción se ocupa profunda o incidentalmente el drama de los abusos, es imposible no advertir alguna conexión con esa realidad que nadie termina de digerir.
Unforgotten encuentra el modo de hacer un abordaje original y demuestra que siempre se puede tener una mirada nueva sobre episodios reiterados.
