Te recomendamos:
Estábamos en un bar con unos amigos hablado sobre el 2001 y las consecuencias pero no tanto las económicas y políticas sino las mentales y espirituales. Cómo nos sentíamos con nuestra familia, que de repente estaban todos obnubilados por lo que había pasado y vos eras como un ente flotando en la casa. En esa charla salió el tema «mira lo que pasaba mientras Kubrick estaba el espacio flasheando con naves espaciales cuando acá todo era un desastre». Y, en ese mismo momento, pasó algo muy loco porque apareció un Dodge 1500 Rosa, entonces dije «hay que hacer una Road Movie de lo que parecía que iba a ser y lo que terminó siendo el 2001».
Así comienza presentando el director Gabriel Nicoli su film 2001: Mientras Kubrick estaba en el espacio.
Del título nació el concepto y de ahí, la película. Por un lado está 2001: A Space Odyssey, una de las películas de ciencia ficción que encabeza el Cine de Culto. Dirigida por Stanley Kubrick este hito comunicacional apeló al realismo científico abatiendo temas como la evolución humana, la tecnología, la inteligencia artificial y la vida extraterrestre a partir de su estreno en 1968, año en el que el hombre llega a la luna. Pero este film surgió de El Centinela, cuento escrito por Arthur C. Clarke veinte años antes. Científico que utilizaba la ficción como medio estético para transmitir planteos filosóficos a un público más vasto, a través de historias tales como esta odisea de astronautas en búsqueda de enigmáticos mensajes emitidos desde la luna.
El por qué de la elección del 2001 como año en el que transcurre la historia sólo lo sabrá Kubrick, quien seguramente predecía a la humanidad un futuro mucho más promisorio que las vicisitudes que inauguraron el tan esperado y no tan bien recibido segundo milenio.
Si uno quisiera hacer un documental sobre los primeros 20 días de Diciembre del 2001, este se podría resumir -a muy grandes y crudos rasgos- en: deuda externa, corrida bancaria, blindaje, corralito, cacerolazos, saqueos, estado de sitio, desafío ciudadano, represión y víctimas fatales. Pero la ficción que Nicoli propone no sólo se basa en la (des)semejanza entre 2001: Odisea en el Espacio y la situación social del país sino en la mirada retrospectiva del clima social que se vivía durante ese año en Argentina.
De esa «sensación de como se va todo a la mierda” – como el mismo joven director expresa – uno podría tomar 2 caminos: estancarse en esa situación o apelar al poder de abstracción.
2001: Mientras Kubrick estaba en el espacio se inclina por el segundo a través de la cápsula intimista que envuelve la vida de tres adolescentes con vidas totalmente diferentes que dejan su mundo de discos y dvds noventosos, y siestas vacacionales para escapar a lugares atemporales en un ochentoso auto rosado.Pero estos no persiguen señales de extraterrestres sino la clasificación para un mundial de aviones de papel -literal- que les permitiría volar hacia el mundo y aterrizar en Europa.
Como generación X, sus diálogos giran en torno a la música, el cine y la amistad. Es tal su abstracción que el trío se angustia más porque los Stones dejaron de venir ese año a Argentina que por los problemas sociales que atañe a su familia.
El elenco tiene a los reconocidos actores como María Onetto, Jazmín Stuart, Gabo Correa, Esteban Lamothe, Iair Said y Bárbara Lombardo.
Pero el reconocimiento mayor va para los tres protagonistas: los no tan famosos pero sí talentosos veinteañeros: Alan Daicz (protagonista de la historia de La Propuesta con Oscar Martinez en Relatos Salvajes), Malena Villa (su intensidad y belleza la consagran como la Kristen Stewart argentina) y Vicente Correa (heredero del talento actoral de su padre).
En cada escena de la película se evidencia la calidad artística de Clásica Productora. La estética que presenta este grupo de directores en cada uno de sus comerciales, series y videos se potencian más que nunca en estos 77 minutos. La armonía de cada encuadre, movimiento, luz y color generan un ambiente especial que sólo el director de fotografía Daniel Ortega puede lograr y que se vuelve aún más sensorial con la música original de Seba Landro. Conocido por haber participado en la candente película de Gilda o los populares videoclips de una larga lista de músicos que incluye a artistas de la talla de Leon Gieco, Dante Spinetta o populares bandas como La Bersuit, Intoxicados o No Te Va a Gustar. Casualidad, alrededor de esta última banda, Nicoli dirigió, guionó y editó su primer documental, El Verano Siguiente en 2014.
Con la misma frescura, originalidad y dedicación que caracteriza su ópera prima sobre la banda uruguaya y todas sus producciones audiovisuales, #2001MientrasKubrick se diferencia del resto de las películas sobre ese contexto histórico especialmente en el foco que hace el cineasta porteño aprovechando su punto de vista de 36 años para mostrar como la cultura, la juventud y la amistad supera cualquier crisis externa por más enorme que sea.
Definitivamente 2001: Mientras Kubrick estaba en el espacio es una pieza de arte no sólo por lo estético sino también por lo social ya que invita tanto a los adultos jóvenes -que en ese momento estaban en plena adolescencia- como a todos los nuevos adolescentes que pueden identificarse con la crisis general candente en el mundo de hoy.
La película se sumerge tanto en el camino de los personajes que hasta el mismo espectador logra enajenarse de todo lo que esta pasando fuera, al punto que al final de la película uno se vuelve mentalmente parte de la prometida Odisea en el Espacio.
Auspicia cobertura del MDQFest, Samsonite Argentina – All Bags Arg & Agustin Andrea Agencia Boutique de Viajes.