Cine

A divertirse muchachada: Crítica a UPA! 2: El regreso

Por Vanesa Fognani

Las películas que vuelven más locos – en el sentido más radical del término- a los cinéfilos son las que proponen una revisión del propio cine: los chascarrillos simbólicos sobre el séptimo arte, siempre son una fija que proporcionan risotadas entre la multitud cinéfila. Las referencias al cine – las alusiones a directores dentro de la trama nos enloquecen- proporcionan aires de complicidad con un espectador comprometido y fanático.

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Para el público que gusta del making off de la industria (en este caso el indie) les recomendamos UPA! 2 El regreso, secuela de la gran UPA! (Una película Argentina). Pero para hablar de la segunda hay que empezar por la primera: UPA! gira en torno a la histeria, la inocencia y la energía de tres jóvenes directores – Camila Toker, Santiago Giralt y Tamae Garateguy- que parodian las forma de filmar en el Nuevo Cine Argentino. La historia, que transcurre en un set de filmación, ironiza – por momentos se vuelve un tanto snob- sobre cómo y cuán complicado es rodar una película quickly.

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Bueno, con esa misma dinámica y comicidad y hasta se podría decir con una actitud RECARGADA, vuelve este trío memorable: la locura desopilante de UPA! se potencia por las mañas de la edad, la contemporaneidad con los protagonistas atrapa a la muchachada treintañera. Los directores toman la misma patraña: la película empieza con una caricatura acerca de la premiación del BAFICI y sobre cómo los jurados deciden y problemizan sobre cuál será la película ganadora, los chistes internos y algunos clichés llevados al límite propician un comienzo gracioso.

El “reencuentro” para filmar una película inédita encuentra a los muchachos en diversas situaciones cotidianas (muy graciosas, por cierto). Toker se convirtió en una especie de Yoda – maestra Zen- que no puede dejar su divismo de lado  y que es más mala que la piel de judas; Garateguy con su color de pelo intenso – intensísimo- muestra sus garra de productora, bastante romántica; Santiago Giralt, en estado de celo constante, persigue y le quiere dar al “pibe” lindo y sexy Martín Slipak (la escena del brote de Slipak es lo mejor de UPA! 2), y en el medio una desopilante Nancy Duplaa – que genial que es- que interviene en la historia. Todos quieren volver a un set de filmación y llevar a cabo esa extinta película que alguna vez soñaron hacer.

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Nota al pie: En un alto en el MDQFEST del año 2015 entrevisté a Slipak quien sintetiza el alma de la película:

“UPA! 2 fue muy enriquecedor porque es un proyecto casi de creación colectiva. Si bien lo guían y lo van armando estos tres directores: Giralt, Garateguy y Toker, uno puede proponer muchísimo, porque la mayoría de las escenas son improvisadas. Uno tira una idea, se ensaya, se toman algunas cosas de esa improvisación y se graba. También hay libertad de proponer líneas del personaje. En UPA! 2 la rockeamos y creamos con anarquía”.

Vanesa Fognani

Lic. en Ciencias de la Comunicación, y crítica amateur. Amante de los dramadies ochentosos, decidió hacer de la crítica un hábito y un hobbie para preservar su salud mental. Edita la sección de cine de este portal y antes garabateó en la columna semanal “Jueves de estreno” en el portal de noticias NOTINAC. Ir al cine le salvó la vida.