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Halt and Catch Fire: la batalla por el control ha comenzado

Por Hugo Pastor

Tras la bonanza que dejó Breaking Bad y a sabiendas de que los cheques de Mad Men tienen los días contados, AMC no tuvo otra alternativa que barajar y volver a repartir, esperando que una combinación favorable de ases obligue a la banca a pagar por una apuesta bien realizada. Así, aparece la primera carta de su apuesta, de la mano de Halt and Catch Fire.

Para este nuevo drama, los productores y guionistas nos transportan dentro de la década en que los autos tenían faros retráctiles y Michael Jackson conservaba buena parte de su rostro original. Estamos en los ’80, los smartphones, internet o la computadora personal no solo no han sido inventados, sino que sus conceptos eran solo un montón de ideas futuristas más ligadas a la ciencia ficción que al bolsillo del caballero o la cartera de la dama.

El show aborda fundamentalmente el nacimiento, construcción, derrumbe y renacimiento de las empresas de informática y las startups de poca envergadura, intentando plantear guerra a gigantes de la talla de IBM, colocando a los espectadores en un lugar privilegiado para observar el futuro tomar forma frente a sus propios ojos.

Se trata sin duda de una apuesta muy techie, muy geek o muy nerd, aprovechando el viento de cola que trae el éxito de sitcoms de temática similar. Pero no se confundan: estos no son los chicos prolijos e inteligentes de The Big Bang Theory haciendo chistes obvios acerca de Star Wars; ni los chicos desprolijos de The IT Crowd reparando impresoras a desgano. Aquí veremos hombres tratando de conquistar el mundo, este es un drama sobre imperios poniéndose de pie para luego caer por su propio peso.

Sin duda alguna, AMC tiene especial cariño por las historias de imperios en constante ir y venir, tanto Breaking Bad como Mad Men son referentes de la misma temática, aunque desde diferentes puntos de vista. Algo por lo que la cadena parece tener afecto es hacia sus personajes, y aquí no defraudarán.

El ensamble principal está formado por Joe McMillan (interpretado por Lee Pace), un claro ganador nato, alguien con la capacidad para tener la sartén por el mango y manipularla hábilmente sin salpicar las mangas de su impecable traje. «Es un tipo tan enfocado en su destino que no frenará por nada que encuentre en su camino«, indica Chris Cantwell, escritor y creador de la serie. Es algo que queda en claro de forma muy literal ya desde los primeros segundos del piloto. Su complemento -o más bien antítesis- es Gordon Clark (Scoot McNairy), alguien de amplio espectro técnico pero reducido éxito personal, hombre que se refugia en su familia tras haber fallado en la creación de su propio prototipo de computadora personal. Alguien que intentó seguir sus sueños y falló.

La tercera en discordia es Cameron (MacKenzie Davis), una brillante ingeniera en computación que de momento parece más dispuesta a complacer al público de corte netamente geek que a hacer aportes significativos en el resto del desarrollo de intereses empresariales. Pero claro, solo el devenir de los capítulos revela su verdadera importancia.

Es interesante ver como AMC logra juntar en una sola serie las tres cosas que más le gustan: los imperios económicos, y sendas versiones informatizadas de Don Draper y Walter White.

El título de la serie, Halt and Catch Fire hace referencia a un antiguo comando de computadoras que toma el control absoluto de la misma, abrumándola con instrucciones al punto tal que deja de responder al usuario hasta apagarse por sobrecarga térmica. El nombre no es solo una delicia para los más techies, sino que podría ser un excelente pronóstico de lo que nos pueda deparar el resto de este drama.

Hugo Pastor

Runner. Maratonista. Triatleta en construcción. Blogger amateur. Software developer. Pero, por sobre todas las cosas, cordobés.