Cine Espectaculos

Harry Potter y el Reliquias de la Muerte: el comienzo de su culminación.

Por Milly Sur Bianchiman

*Por Milly Bianchiman Sur

Más que nada, más que la admiración por el tono oscuro, el paisaje espectacular, la larga lista de grandes actores británicos y la magia, me sorprende la sensación que me deja al final de «Harry Potter y el Reliquias de la Muerte: Parte 1«, no es una mala película, dado que es la división de un libro y eso a veces, puede complicarlo todo.  Uno podría pensar que, puesto que hay dos partes, el director David Yates, debe mantener un ritmo ágil y parejo, pero lo más obvio de todo el film es el desnivel que tiene este; hay grandes escenas de acción, suspenso, que no escatiman en recursos pero la película es de 146 minutos de duración, y hay momentos en los que se siente cada segundo de esta. ¿El error? Su guión. Quizás por llenar las expectativas de sus fanáticos, la historia cuanta con demasiados detalles que distraen al resto del público. Si el ultimo libro hubiese sido resumido en tres horas y medias, sería tremendo blockbuster de verano sin imperfecciones. Sino para comparar, retómense a cuando vimos El señor de los Anillos: El Retorno del Rey. No hay libro mejor resumido en un guión que ese. Pero en este planeta, todo se trata de dinero. De ahí, su segunda parte. Mirando con un solo ojo, esos fueron los desperfectos de la historia.

No se puede evitar. Hay mucho camino por recorrer. El mago dejo de ser un niño y ahora debe enfrentarse con ya saben quién de alguna manera, cueste lo que cueste y ese es uno de los propósitos de esta primera parte. La última vez que vimos a Harry (Daniel Radcliffe), estaba de luto por la muerte del profesor Dumbledore (Michael Gambon). Ahora el poder de Voldemort (Ralph Fiennes) ha crecido más que nunca y sus Mortífagos aterrorizan la tierra. Como el Ministro de Magia, Rufus Scrimgeour (Bill Nighy), dice al comienzo de la película, “estos son  tiempos de oscuridad. En una especie de cumbre de tipos malos, Voldemort, que tiene cara de serpiente golpeada con pala, deja en claro que él debe matar a Harry. Este ultimo y sus secuaces están al tanto de los planes, por lo que disponen sus vidas en manos de quien terminara con esta era oscura y su amo. Y del tire y afloje se trata el resto de la historia. Harry, Ron ( Rupert Grint) y Hermione (Emma Watson) dan forma a su camino tratando de encontrar nuevos horrocruxes y la forma para destruirlos, cuando no tienen que correr por sus vidas.

Siendo más detallista y especifica, la calidad del film sigue siendo fuerte y consistente. Los actores maduraron y crecieron actoralmente, y es claro que forman una especie de grupo familiar. El resto del elenco está conformado por la cream de la cream británica, y merecía ser mencionado. La producción, la dirección de arte, fotografía, la dirección de actores, sets y el resto, que dan forma a este capítulo es simplemente magnifico y  fue lo que más disfrute de admirar. Sus escenas de acción son planteadas inteligentemente y funcionan al 100%. El trabajo de cámaras es impecable, todo trabajo de la mano y mente de David Yates. La historia me dio adrenalina, me hizo saltar de mi asiento, me dio miedo, hizo que surgiera en mí la pena y lastima por aquellos que no la merecían y lo peor de todo: me hizo llorar (resultado de mi sensibilidad pura) por más que lo tratara de ocultar.

La historia del elegido creada por J.K. Rowling está barajando sus últimas cartas y no resulto tan mal. Su esencia está planteada, porque después de todo, esta historia trata de que el bien y el mal es un camino a elegir. Habla de perder y ganar fe en eso que realmente se cree, de la verdadera amistad, de la fidelidad, de la superación.

Veremos si Harry y sus amigos logran salir del camino sinuoso y oscuro al que se han metido en Harry Potter y el Reliquias de la Muerte: Parte 2 y lograr su cometido después de todo.


Milly Sur Bianchiman

Cinéfila. Cómic fan. Amante y defensora del hábito de leer y los animales. Detallista a ultranza. Apasionada de los recovecos del séptimo arte.