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Gus y Mickey vuelven a la carga. La segunda temporada de Love, que está disponible en Netflix desde el 11 de marzo, regresó para recordarnos que lo cursi no enamora. Los ingredientes que le valieron el éxito de la primera entrega se potencian en los 12 nuevos capítulos. Más pormenores florecen en esta complicada historia de idas y vueltas, de enojos, trastornos… y si, también de amor.
Todo comienza exactamente donde nos quedamos: en el beso entre Mickey (Gillian Jacobs) y Gus (Paul Rust) fuera del mini-super, mientras sonaba la canción I’ll fight de Wilco, para luego saltar a los créditos y tener a los fanáticos marcando cruces en el calendario durante más de un año.
En este nuevo comienzo, Mickey intenta seguir con su vida y estar sola para solucionar sus múltiples adicciones. Pero no tardará mucho en darse cuenta que alejarse de Gus no es la solución. Mientras tanto, Gus experimenta nuevas fronteras en su vida y reconoce los problemas que lo llevaron a fracasar una y otra vez en sus relaciones amorosas.
La filosofía de Love, de cuanto peor se está anímicamente y más se toca fondo es mejor, se reencarna nuevamente en el desarrollo de la historia, lo que le da un verdadero sentido y toque particular a la serie. También para el propio universo y la subsistencia de sus protagonistas, como si la única forma de tener satisfacción en la vida fuera portarse mal, aunque sea a veces. Es por eso que la tentación de hacer lo incorrecto siempre está presente, y más cuando se interpone la distancia.
La historia de Mickey y Gus no es la única que nos convoca esta vez. Como subtrama tendremos la relación de Bertie Bauer (Claudia O` Doherty) y Randy Monahan (Mike Mitchell), que comenzó con citas ocasionales en la primera temporada. Ambos, también tendrán el reto de hacer funcionar a dos polos opuestos en tamaño y personalidad.
Como hecho anecdótico, uno de los capítulos cuenta con la pequeña participación de Daniel Stern, a quien podemos recordar como uno de los bandidos mojados de “Mi pobre angelito”.
Sin entrar en detalles del final de esta temporada, se puede decir que Love promete mucho más. Es casi un hecho que goce de una tercera parte en 2018 y es quizás esa la buena noticia. La mala, otro año marcando cruces. Pero todo lo que vale la pena tiene su sacrificio, como ocurre muchas veces en el amor.
