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“Divine come mierda, pero de verdad” esto pasa en Pink Flamingo, si señores y el trauma hermoso de la comedia disparatada, bueno disparatadísima me lleva por las narices a ver nuevamente como un loop de emociones la película de mi musa inspiradora Divine, a quien nombro bastante, cuando el género me lo permite, en mis críticas. Hace una semana que vengo repensando el cine del gran John Waters, no me sentía tan fanática hasta que me dí cuenta que soy medio rockabilly por él. Pink Flamingos la película cuenta el concurso de tres personas que compiten para ver cuál es el más desagradable. Con dos mangos, esta película quickly del 72, delinea la mano hilarante de Waters.
El director ícono de los 80 es el creador de una estética camp y padre del trash cinematográfico, creo obras memorables como Hairspray, Cry Baby, Cecil Be Demented… Ese lenguaje soez y atrevido, provoca y genera empatía para los que nos gusta el cine de los outsiders. En Pink Flamingos hay un culo que habla en primerísimo primer plano, de ese nivel retórico estamos hablando, además que Divine esa transformista glossie y entrañable para ganar el concurso come caca de perro REAL (realismo mágico diría).
La melodía de The Swag de Link Wray acompaña esta película que es una experiencia única y hay que verla en cine y sonrojarse y mirar para el costado para ver si el otro percibe nuestra vergüenza. Sí es para todos, no empecemos a estigmatizar al público. JHON WATERS ES Y DEBE SER PARA TODOS. Pero esto no termina aquí, en su “casi” opera prima Pink Flamingos (antes estuvo Mondo Trasho), sino que no puedo dejar de pensar y recomendar dos películas que ví hasta el cansancio, una es mi preferida de Waters, es la que me hizo amante del gel, de las camperas de cuero y del pasito huracanado del rock del sur: Cry Baby con un Jhonny Deep que se partía al medio, cuenta la historia de la jovencita de buenos modales que se enamora del gigoló rockero y se transforma en una chica rebelde, esta película me quemó mi cabeza de adolescente. Wade Walker (Depp) canta King Cry Baby de James Inteveld y todas moríamos por él. Además los personajes secundarios son memorables, mi preferida Cara de Hacha. Uno terminaba de ver la película de Waters moviendo la patita con Esther Phillips y Badlwin and The Wiffles.
Un par de años antes, la musiquita pegadiza de Baltimore se imponía en una de los mejores musicales ochentosos, Hairspray, de allí surge la gran Ricky Lacke como Tracy, la chica que sueña con cantar y llegar a estar en el staff del show de Corny Collins, pero la niña debe pasar pruebas que le depara la vida, para llegar a ser una celebridad. Divine hace de la madre (en la versión moderna lo hace Jhon Travolta) y el padre de Tracy es el gran Jerry Stiller. El estilo agogó de The Bug (una escena memorable) nos convirtió en seguidoras y amantes de un John Waters más romántico, pero no menos rebelde.
Y ahora, y ahora qué…VIENE A VISITARNOS. Porque el BAFICI, Festival Internacional de Cine Independiente entra en la década de los 20 añitos y como festejo de un cumpleaños redondo, además de ofrecer variedad exhausta de películas, nos trae al maestro John Waters. Me imaginé una fiesta rockabilly en Plaza Francia para recibirlo, aunque la mayoría lo asocia al punk, yo lo veo más rodeado de jopos, de remeras ajustadas y pantalones divito y todos los hípster baficianos bailando de James Inteveld. Por eso yo les avise, dejen todo lo que tiene que hacer y vayan a ver alguna película del rey (Aquí horarios). Y también para quienes lo quieran conocer, bien temprano el sábado empiecen a acampar porque se viene Waters en la Usina del Arte, MasterSuperClass el Sábado 14 a las 14:00hs en la Usina del Arte. ¡Qué cambio de década BAFICI y Welcome querido John, te amamos!