Cine

Ridi, Pagliaccio: Crítica de Joker

Por Germán Pérez

Todd Phillips dirige, se arriesga y escribe –junto a Scott Silver – una controversial historia de origen sobre uno de los villanos más amados de la historia de los comics, tv, videojuegos y cine;  Joker es un logro conseguido por el cuidado de sus responsables.

Joaquin Phoenix da vida a Arthur Fleck, un cómico fracasado cuya vida es una suma de mala suerte y falta de autoestima. Fleck es un saco de boxeo humano, el aspirante a Standupero recibe todo tipo de burlas, golpes y maltratos de parte de toda persona que lo rodea, en muy contadas situaciones habla –  con una fragilidad y dulzura escondida – y cada vez que trata de pertenecer, de encajar en un entorno fracasa monumentalmente por culpa de un desorden neurológico que hace que se ría en las situaciones menos indicadas. Arthur Fleck es atraído constantemente hacia un mundo que no lo quiere, que lo mastica y escupe… una y otra y otra vez; pero la vida de Arthur cambia gracias a Bruce Wayne (Brett Cullen), Murray Franklin (Robert De Niro) y una pistola.

Hay que aclarar que a pesar de todo el abuso que sufre Fleck, su personaje no trasmite compasión alguna ya que con cada oportunidad Fleck recurre a realizar una acción propia de un trastornado sin cura. Por circunstancias de la vida, un compañero de trabajo (interpretado por el excelente Glenn Flesher) le ofrece un arma para defenderse de posibles futuros altercados, Arthur sabe que no debe tener un arma cerca y alerta a su proveedor sobre ello, pero en cuanto su piel hace contacto con ese instrumento de caos nada bueno sale; hay baile, juegos, intento de suicidio y lo inevitable… muerte. Toda decisión que toma Arthur en Joker es una mala decisión de una persona que hace mucho tiempo necesitaba ayuda y ahora es una bomba de tiempo libre y a punto de estallar.

La actuación que ofrece Phoenix es majestuosa. Él ya se encuentra lejos de lo que sería un Tour de Force porque cada interpretación que realiza es un peldaño más de un nivel de excelencia continuo. Joaquin Phoenix es, actualmente, el mejor actor de cine del momento y su Arthur Fleck/Joker es digno de cada premio, cada aplauso y alabo posible. Lejos ya de Cómodo, de Johnny Cash, o de Freddie Quell, Joaquin Phoenix logra un nuevo Joker que supera, mezclando distintos tonos, homenajeando a los pasados príncipes de los payasos y creando algo propio, nunca imitando sino innovando en la actuación, en su entrega, compromiso y profesionalismo. El actor de actores ése es – y lo demuestra con cada película – Joaquin Phoenix con un Guasón frágil pero terrorífico que desde su primera escena asoma un monstruo a punto de salir.

Con una clara influencia por el cine de Martin Scorsese – en un primer momento productor de este film – Joker­ se congracia en su controversia con el espectador. Vemos penurias pero nos sentimos ajenos a ella, ¿buscamos tener una experiencia de locura en primer plano? Podemos divisarla con total facilidad gracias al trabajo de Todd Phillips tras la cámara y su disposición de contar una historia que no necesita “un poco más”. Puede ser que la mayoría de espectadores se encuentren desalentados con lo que van a ver, estamos en tiempos en que la exposición de factores cinéfilos no permiten dejar nada a la imaginación no obstante Phillips muestra, engaña realidades con maestría y su relato es solo una mirada a la otra cara banal de la moneda, una que cuenta verdades subjetivas ocultas, que quita la belleza del misterio pero lo hace de una forma cuidada con personajes que raspan – a pesar de todo – solamente la superficie.

Joker ganó el León de Oro en el festival de Venecia, tuvo una ovación de pie de ocho minutos y por culpa de medios sensacionalistas se recibe como una película que incita al tabú; Joker no es perfecta, con todos sus factores positivos y negativos, con su deslumbrante elenco y el perfeccionismo de su actor principal la película pone nuevamente a prueba el ¿qué vemos en el cine? y mi respuesta es simple: una gran película, la prueba final es si resiste al tiempo. Valoración: Muy Buena.

Germán Pérez

Lector, escritor y cinéfilo. Pasa sus días en el gimnasio y viendo viejos y nuevos clásicos del cine. Fanático de Michael Mann.