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Andrei Tarkovsky (1932-1986) fue uno de los pocos realizadores del cine mundial que podría ser considerado maestro universal de la imagen visual.
Muchos critican la decisión de Tarkovsky por no dejar su amada Rusia; y seguir su camino como cineasta en Hollywood. Sin embargo; a mi criterio, las obras del gran director ruso no estaban a la altura del estándar del cine norteamericano; por lo tanto su decisión fue acertada.
La estética media del cine Hollywoodense de la década del 70 y 80 era muy distinta a lo que proponía Tarkovsky en cada uno de sus films, ya que son de ritmo más lento, más introspectivo, estéticamente inmaculado, puesto que su concepción del cuadro era implacable. Tarkovsky se apoyaba mucho en la fotografía fija para la realización de sus películas.
Un buen ejemplo es la película “Stalker” (1979); una obra maestra de la composición espacial. Por lo general la filmografía de Tarkovsky puede generar cierta rigidez y pesadez en la audiencia media. La falta de acción y dinámica dentro de las escenas mismas no se correspondían con la estética norteamericana de dicha época; dónde se pedía mayor movimiento en cada escena para mantener al público en alerta constante. Sus películas mantenían la atención de un público muy especial ya que era un llamado de atención al mundo interno reflexivo.
Las fotografías instantáneas, en manos de Tarkovsky, son sublimes. Realizadas con Polaroids que son cámaras desechables, juguetes que producen imágenes kippel. La cámara Polaroid ofrecía al igual que las cámaras digitales, la proyección de fotografías instantáneas, sin la dependencia de un laboratorio de imágenes para revelar fotos.
El paisaje y la quietud son los temas principales de las imágenes, pero la fuerte presencia del hogar familiar, se siente también. Es difícil no imaginar cierto relato fantasmagórico alrededor de las imágenes, debido a su presentación secuencial, se podría asociar, como en su filmografía, una puesta en escena intencional, tal vez por su rol como cineasta, o simplemente, porque las imágenes son tan sugerentes, que el tiempo
El paso del tiempo es clave para muchas de las obras de Tarkovsky. El sentido del tiempo que pasa lentamente en las fotografías también se siente en sus películas. Incluso en “Solaris” (1972), el clásico de ciencia ficción, aclamada como la respuesta soviética a “2001: Una Odisea en el espacio» (1968), de Stanley Kubric.
Uno de los temas primordiales en la obra de Andrei Tarkovsy, es su preocupación por la memoria, ago que las polaroids le argumentan la perfecta excusa para captar un instante de su vida y ser recordado eternamente.