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Rey de lo gótico. Fanáticos de los personajes marginales. Un incomprendido de la industria. Todo esto es Tim Burton, ese director de cine que se aboca en recrear sus fantasías más oscuras desde sus comienzos en los años 80 trabajando para Disney, donde no supieron entender su talento.
Antes de ser despedido de la productora, Burton contó con el apoyo económico de algunos ejecutivos, pudiendo materializar en un corto y con la tecnología del stop-motion su poema Vincent, donde Burton, de alguna rara manera, se auto describe como el chico que sueña con ser Vincent Price, hasta el punto de confundir la realidad. Las prosas del poema fueron narradas para el corto por el mismo Price, mítico actor del cine de terror.
El segundo cortometraje de Burton, Frankenweenie (1984) fue el motivo por el cual Disney lo despidió alegando que la historia era muy fuerte para el público al que apuntaban. Con la idea de seguir plasmando y representando ese mundo deforme y lúgubre que tanto le gusta, decidió filmar Beetlejuice (1988), una película de humor negro muy taquillera para la época, protagonizada por Michael Keaton, Winona Rider, Alce Baldwin y Geena Davis.
La película le abrió las puertas para filmar una adaptación del héroe más oscuro del comic como lo es Batman. Su visión y el aporte de lo gótico a toda la película lograron que, recaudara 400 millones de dólares en taquilla, un lugar especial en el corazón de los fanáticos del héroe, y una próxima película en la que él volvería como director.
Pero antes de esto, Burton encontraría a su eterno amuleto de la suerte en el camaleónico Johnny Depp, protagonista de El Joven Manos de Tijera (1989). Ni Pinocho, ni Frankenstein. Edward Scissorhands era su nombre. El idilio sigue siendo eterno entre el actor y el director hasta el día de hoy, logrando que cada trabajo juntos sea un éxito asegurado.
Incursionando por el terror como lo hizo con El Jinete sin Cabeza (1999), Burton dio algunos pasos en falso con la ciencia ficción en Marcianos al Ataque y El Planeta de los Simios, donde se enamoró de su esposa Helena Bonham Carter, su segundo amuleto de la suerte; pero esto no hizo que su fama de auténtico director freak y gótico se opacara, aunque su siguiente película, El Gran Pez (Big Fish, 2003) es considerada como la película menos oscura y más madura del director.
En el 2005, Tim dejó de tener que luchar contra las productoras para que Depp fuera el protagonista de sus películas gracias al éxito descomunal que resultaron ser Charlie y la Fábrica de Chocolate, y el regreso del director al stop-motion en El Cadáver de la Novia.
“Amo trabajar con Johnny. Es tan placentero trabajar con alguien tan versátil que siempre te sorprende. Él hace que todo el proceso del rodaje sea placentero. Además, tenemos una conexión que nos une desde El Joven Manos e Tijera.”
Habiendo tomado cierto gustito por las historias musicalizadas como lo hizo en Charlie, Burton logra obtener el rol de director en la adaptación cinematográfica del musical Sweeney Todd. A pesar de que Johnny no es ningún amante de los musicales, no se atrevió a decirle que no a su viejo gran amigo. La mezcla de chorros de sangre, coros, cortes de pelo y la vieja Londres, es un mix de Burton que no sé desperdicia en Sweeney Todd: El Barbero Demoníaco de la Calle Fleet.
A Tim, por su carisma y su mirada bizarra, solo lo podemos imaginar adaptando libros infantiles de tres autores: Dr Seuss, Lewis Carroll y él mismo. El primero quizás sea muy infantil para él; al último lo convoca en cada obra escrita por él obviamente, y el del medio era el único que faltaba. Nadie podría imaginar a una película como Alicia en el País de las Maravillas en otras manos que no sean las de él. A pesar de que la trama resultó un tanto tosca para semejante film, el producto visual y el trabajo actoral de de Johnny Depp como El Sombrerero Loco, fueron todo un éxito, rompiendo algunos records impuestos por Avatar.
“A veces no soy comprendido. Podría vestirme de payaso, hacer sociales con la gente, reírme todo el tiempo y aún así dirían que mi personalidad es oscura”
Obsesionado con retratar a personajes marginales, que se definen por su infancia y sus conflictos paternales. Fanático de las ojeras, de los pisos a cuadros en blanco y negro, de los espirales, de las historias que transcurren en navidad, de las estructuras arquitectónicas deformes y de las resurrecciones. Ama que las características de sus personajes sean extremas: bocas pequeñas y ojos muy grandes, muy largos y muy flacos, o muy gordos y muy bajos.
La fotografía de sus películas siempre se define por ser siniestra, compuesta de colores pasteles, opacos (El Cadáver de la Novia, El Jinete sin Cabeza); o fantástica, donde los colores son brillantes y saturados (Beetlejuice, Charlie y la fábrica de Chocolate, Alicia en el País de las Maravillas). No importa si Tim Burton hace un video musical, un dibujo o escribe poesía y diseña un libro (La melancólica muerte de Chico Ostra). Su estilo y creatividad es tan única que puede ser reconocida donde sea y cómo sea ( Jim y el Durazno Gigante), razones suficientes para que un freak cómo él nunca pase de moda.
Para el 2012, Tim Burton piensa volver por partida doble de la forma que más le gusta. Por un lado, a este director proclamado gótico, sólo le faltaba un tema muy particular en el haber de su filmografía: vampiros. La película llamada Sombras Tenebrosos (Dark Shadows) está basada en una serie de la ABC que transmitió durante los 70. La adaptación también cuenta sobre cómo el vampiro Barnabas Collins (Johnny Depp) fue enterrado vivo y convertido en tal en 1952, como castigo tras romperle el corazón a una bruja; pero las aventuras no empiezan hasta que Collins despierta 20 años más tarde, debiendo amoldarse a la época. Dark Shadows tiene previsto su estreno para el 20 de junio del 2012.
El elenco de esta nueva película de Burton-Depp es de lo más diverso y cuenta con actuaciones de Michelle Pfeiffer, quien no había estado bajo las órdenes del director desde Batman Vuelve, interpretando a Elizabeth Collins, la matriarca de la familia actual de Barnabas. Eva Green interpretará a la bruja despechada Angelique que maldice a Depp. El resto del clan Barnabas lo componen Johnny Lee Miller, como el indolente hermano de Collins, Chloe Moretz (Hugo, 500 Days with Summer) como la rebelde del grupo, y Gulliver McGrath como el pequeño Benjamín. Jackie Earley Haley interpreta al estrafalario conserje de la mansión y la imprescindible Helena Bonham Carter, irónicamente es la psiquiatra de la familia.
Por otra parte, Burton en octubre de este mismo año, vuelve con dos de sus primeros amores: Frankenweenie y el stop-motion. La película tendrá la misma historia y el mismo título que aquel corto de 1984, pero será en blanco y negro, y no poseerá actores de carne y hueso, solo plastilina, que relata las aventuras de Victor, que tras la muerte de su perro Sparky, intenta revivirlo al mejor estilo de Frankenstein.
Esta producción que cuenta con la creación de más de 200 muñecos de plastilina hechos a manos contara con las voces de Winona Ryder (Beetlejuice, Joven Manos de Tijera), Catherine O’Hara (Beetlejuice, The Nightmare Before Christmas) Martin Short (¡Mars Attacks!) y Martin Landau (Ed Wood, El Jinete sin Cabeza).