Cine

[Festival de cine alemán] un alto nivel: reseña de la edición de 2019

Por John Lake

Acaba de culminar la decimonovena edición del Festival de Cine Alemán, cuyo nivel, por los atributos del material exhibido, superó al de los últimos años. Para el cierre se presentó el film silente La muñeca de Ernst Lubitsch que no ha perdido su vigencia pese a sus cien años. Una gran humorada con chistes que provocan la franca carcajada y que mantiene su eficacia e impacto. Tanto el taller de muñecas como el fabricante Hilarius,  parecen inspirados en el gabinete del físico Spallanzini de Los cuentos de Hoffmann, en tanto que el personaje de Ossi, por la postura de sus manos y el movimiento corporal, se asemeja a la muñeca Olimpia de la obra de Offenbach. Como de costumbre para este tipo de audiciones, la película tuvo acompañamiento musical en vivo, en esta oportunidad a cargo de Rocío Iturralde Sadoly y Marcelo Katz.

Sin proponérselo de manera especial, el género que caracterizó a la reciente muestra fue el biopic. Por este medio ya habíamos comentado  las bondades de Gundermann, Trautmann y Nunca apartes la mirada. A ellas se le sumó Este niño necesita aire fresco de la directora Caroline Link. La ganadora del Oscar por En algún lugar de África (2001) retrata la infancia de Hape Kerkeling, uno de los humoristas más famosos de Alemania, marcada por el drama familiar y la comicidad de sus imitaciones. Una tragicomedia emotiva provocadora de risas y lágrimas que recuerda la importancia del apoyo y afecto familiar. Otro punto alto del festival.

Otro género que se destacó fue el thriller, a través de La pareja perfecta (Sven Taddicken – 2018) y Sólo dios puede juzgarme (Özgür Yildirim – 2017). El film del realizador de descendencia turca se introduce de lleno en el mundo del hampa, mediante dos hermanos con problemas financieros que se involucran en el tráfico de drogas. Entre ambos, se mete como cuña una mujer policía, también necesitada de efectivo, para salvar la vida de su hija. Ágil, intensa, oscura, satisface al espectador que privilegia las emociones fuertes a la seguridad, ese extraño placer de ser observador de la delincuencia sin involucrarse. Por otro lado, Taddickendescribe la humillación sufrida por una pareja al ser asaltada durante sus vacaciones en Mallorca, y el reencuentro con uno de los delincuentes años más tarde en Alemania. Al tomar la justicia por sus propias manos, la venganza profundiza los miedos, las tensiones, los traumas psicológicos y la culpa. Una sucesión de situaciones descontroladas que sirven de catarsis para la pareja, manejan el suspenso con  un ritmo que nunca decae.

Un escalón por debajo, sin desmerecer sus méritos, estuvieron Adam y Evelyn (Andreas Goldstein – 2018) sobre los alemanes de la D.D.R. refugiados en Hungría a mediados de 1989, a la espera de la apertura de las fronteras. Un país que se derrumba, los ciudadanos que escapan, una alegoría de algún país sudamericano en la actualidad. El juego de las sillas (Lucia Chiarla – 2018), pone en el tapete el tema de la desocupación a los cuarenta años. Las entrevistas, los cursos de capacitación para redactar el currículum, las puertas que se cierran, colocan a la protagonista en una encrucijada al no sincerarse con los padres y los amigos. Algo extensa en su desarrollo, combina la frustración con la humorada a través del vínculo con un vecino muy particular. Por último, En mi habitación (Ulrich Köhler – 2018), es un relato apocalíptico sobre la opresión humana que desemboca en el aislamiento. El protagonista que despierta un día encontrándose solo en el mundo, disfruta de la vida en soledad, en contacto con la naturaleza, sin fuentes de conflicto. Una suerte de paraíso, al cual se le suma una Eva con la que retoza en los pastizales y en los cristalinos arroyos que conforman el entorno en el que decidió vivir.

El festival abrió las puertas a una cinematografía que como  tantas otras tiene dificultades de encontrar un espacio en las pantallas argentinas. El público que aprecia el buen cine europeo, tuvo la oportunidad de tomar contacto con obras disímiles de buena calidad. Por suerte, la gran convocatoria de la presente edición servirá de aliento a las autoridades para continuar con una muestra que ya lleva casi dos décadas.

John Lake

Adolfo Giraldo alias "John Lake" es fanático del cine desde chico, asistió a cursos de cine con Gisela Manusovich y completó la carrera de crítico de cine en la Escuela de la revista El Amante. Sus críticas aparecieron en diversos sitios como cinemascine.net, todaslascriticas.com y en la revista virtual Pez Dorado.